La nueva guerrilla...
y robos a manos llenas, mientras la institucionalidad jurídica se acomoda a los pecados políticos con prontitud. Nuestra democracia es verdaderamente una infamia y esto genera dramas, como la caravana de migrantes.
¿Se justifica una nueva guerrilla digital?, al parecer y tristemente sí, es lo poco que puede hacer la gente, y den gracias los políticos –por el momento– que la gente no se organice para algo más drástico, como por ejemplo lo que está sucediendo en Nicaragua.
La corrupción ya sabemos que no tiene ideologías; hemos visto desfilar ladrones de derecha y de izquierda; y debido a esto han llegado los outsiders...; cuando se agotó Acción Democrática y Copey en Venezuela llegó Chávez; también así llegó Trump como castigo al establishment de Washington, de igual modo Macron derrotando a los partidos tradicionales socialistas, conservadores y ultraderechistas franceses; y ahora Bolsonaro en Brasil como respuesta a la corruptela del PT; y la buena o mala noticia es que sigue El Salvador...
Los movimientos guerrilleros digitales están en la clandestinidad, conspirando, actuando y respondiendo a una escala de reacción inmediata; regresan las noticias, spot publicitarios, fotos y errores con sarcasmo, ridiculizando a quien sea; funcionando como caja de resonancia expansiva a través de Facebook, Twitter, Youtube, Instagram; los nuevos comandos guerrilleros son bloggers e influencers, líderes millennials que también persiguen sus 5 minutos de gloria y ascender a niveles mayores de popularidad digital, gracias a reproducciones o likes.
Este es el nuevo escenario sociológico electoral digital; que se expande y atomiza gracias al gran volumen de teléfonos inteligentes; esta es la nueva democracia pautada por las tecnologías de la información y las comunicaciones y su lógica de redes; es la nueva guerra de guerrillas, ¡menos violenta, intangiblemente dañina, mucho más compleja y volátil que la que conocimos! En los años sesenta y setenta surgieron los movimientos guerrilleros como manifestaciones políticas militares frente al agotamiento de los espacios políticos; en efecto, mientras se desplegaba la efervescencia marxista y, frente a fraudes y violaciones de los Derechos Humanos, universitarios, campesinos, obreros y líderes de diversos ámbitos se fueron a la clandestinidad y lucharon por escenarios más democráticos e inclusivos.
En la actualidad vivimos una nueva crisis: el agotamiento de la ética y la honestidad en los partidos políticos y gobiernos, y esto ha generado una nueva cruzada yihadista o guerrillera a través de las redes sociales: memes, rumores, fake news, entre otras manifestaciones comunicativas digitales; todo desde la clandestinidad y el anonimato; haciendo pedazos de reputación de quien le toque...
La sociedad actual –más predispuesta a la indignación– está cansada de ver la danza de los millones frente a sus narices; está harta de la corrupción y el manejo antojadizo de los fondos públicos; y es que no es poca cosa, lujos, viajes, privilegios