Dudas por plan de “reconciliación y paz” de Ortega
Proyecto de ley podría utilizarse para profundizar la persecución política.
Un plan de “reconciliación” que el Gobierno de Nicaragua planea convertir en ley ha generado polémica entre allegados del presidente Daniel Ortega y opositores, que temen sirva para “ejercer más represión” y dejar en la impunidad las denuncias de graves violaciones de derechos humanos.
La vicepresidenta Rosario Murillo, esposa del exguerrillero de 72 años, dijo el jueves que el Gobierno tiene “casi lista” una consulta entre las bases del Partido Sandinista sobre la denominada Política del Estado para la Reconciliación y Paz, que sería aprobada muy pronto por el Parlamento.
Según Murillo, el plan contiene “todas las prácticas que nos acercan, que nos unen, que nos reconcilian, que nos hacen vivir la fraternidad cristiana” para recuperar “la capacidad de convivencia que teníamos y que algunos atacaron”.
El proyecto, que se filtró parcialmente en medios de prensa y redes sociales, daría a la policía el papel de “implementar un trabajo comunitario y de seguridad ciudadana”.
La Policía de Nicaragua, junto con fuerzas de choque y paramilitares, sofocó con armas de guerra las protestas de manifestantes civiles en distintas zonas del país. Esos operativos armados dejaron 200 muertos, según el Gobierno y hasta 528, según ONG de derechos humanos, además de miles de heridos y cientos de detenidos, muchos de los cuales fueron torturados.