Caravana migrante deja Ciudad de México y sigue ruta a EUA
El presidente Donald Trump ha ordenado el despliegue de más de 5,600 soldados en la frontera sur.
Miles de migrantes centroamericanos reanudaron ayer su viaje hacia Estados Unidos, mientras el servicio del metro de Ciudad de México transportaba a muchos de ellos hasta la última parada de una línea en la parte norte de la ciudad.
El primer tren llegó antes de las 5 de la mañana y la policía, trabajadores del metro y funcionarios de derechos humanos guiaron a los migrantes a través de las estaciones vacías. Los migrantes se bajaron en la terminal de la Línea 2 y comenzaron a caminar a la principal carretera para retomar su viaje por México.
José Enrique Ramírez, de 40 años, encontró asientos libres para él y su hijo de 10 años en el primer tren. Dijo que estaba feliz de seguir el viaje hacia la frontera de Estados Unidos.
Contó que su otro hijo había sido asesinado en Honduras y que estaba recibiendo amenazas cuando escuchó sobre la caravana.
Hoy en día, se une a casi 4,000 migrantes que planean llegar a la ciudad de Querétaro, capital del estado del mismo nombre ubicada a 200 kilómetros al noroeste de la capital mexicana, y a partir de ahí posiblemente viajen a las ciudades de Guadalajara, en el estado de Jalisco; Culiacán, en Sinaloa; Hermosillo, en Sonora, y eventualmente a Tijuana, en Baja California, hasta la frontera estadounidense.
Mientras que en el sur tropical de México llevaban pequeñas mochilas con lo más importante, sus pertenencias han aumentado notablemente durante su estancia en Ciudad de México. Muchos ahora llevan bultos de cobijas, sacos para dormir y ropa de invierno para protegerse de las bajas temperaturas en el norte del país. Algunos partieron de la capital con botellas de agua y bolsas de plástico con plátanos y naranjas para aguantar el largo camino que tienen por delante.
Juan José Ramírez, de 35 años y agricultor, dijo que dejó a sus dos niños en Santa Rosa, Honduras, y que su objetivo es encontrar trabajo en Estados Unidos.
Mientras caminaba por una estación del metro comentó que era importante ser ordenado, debido a que los ojos de Washington estaban puestos sobre ellos.