La diabetes y los cambios de humor
Los constantes cambios en los niveles de la glucosa en la sangre alteran el humor en las personas diabéticas, a esto se le conoce como “diabetes emocional”, y la mayoría de personas que la padecen se ven afectadas. Chequear continuamente los niveles de glucosa, estar al pendiente de las inyecciones de insulina y la medicación respectiva puede generar estrés al inicio de este padecimiento, lo que puede desembocar en preocupaciones y ansiedad. La clave es informarse, tener muy claro el panorama de lo que puede suceder si no se siguen al pie de la letra las indicaciones médicas y los tratamientos prescritos. Tener bajo control estos aspectos ayuda a ser más consciente sobre la diabetes y cómo enfrentarla, explica el blog especializado en diabetes Quohealth.com.
Los continuos cambios en los niveles de azúcar en sangre provocan irritabilidad y tristeza, esto sucede sobre todo cuando hay un descenso de la glucosa (cuadros hipoglucémicos), es decir, por debajo de los 70 mg/dl. Por el contrario, de presentar hiperglucemia, niveles de glucosa arriba de los 250 mg/dl, pueden provocar confusión en quienes padecen diabetes.
El estado emocional se restablece cuando los niveles de glucosa en sangre se regulan, siendo los óptimos. Si en dado caso una persona que aún no ha sido diagnosticada con diabetes presenta constantemente cambios extremos de humor, es recomendable que visite a un médico endocrinólogo, pues es probable que se trate de este padecimiento y aún no lo sepa. La depresión es uno de los problemas que más puede afectar a esta población específica, pero puede evitarse.
Para prevenir la aparición de una depresión es recomendable seguir una dieta equilibrada y ejercicios especialmente diseñados para diabéticos.
Se recomienda marcar un horario fijo de comidas; esto garantizará que los niveles de glucosa se mantengan estables, será más difícil la aparición de estados anímicos negativos.
Los medicamentos también son parte fundamental, administrarlos en las dosis y períodos indicados por el médico ayudará a mantener estados de ánimo positivos.
Treinta minutos de actividad física diaria garantizarán el control de la glucosa y favorecerán el buen humor.
Ser parte de una asociación de diabéticos es esencial para informarse más sobre los cambios de humor y ser apoyado por otras personas que padecen lo mismo.