Defensa destruye 1,256 armas de fuego y artesanales
Las autoridades aseguraron que en los últimos 22 años han eliminado 53,059 armas.
“Todas estas armas de fuego han sido producto de incautaciones que se han efectuado en diferentes procesos”. REPRESENTANTE DE LA FISCALÍA
Un total de 1,256 armas fueron destruidas ayer por el Ministerio de la Defensa Nacional, en coordinación con la División de Armas y Explosivos de la Policía Nacional Civil y la Fiscalía General de la República (FGR). Todo el armamento fue derretido en la empresa de hierro Corinca ubicada en el municipio de Quezaltepeque, La Libertad, la cual colabora de manera gratuita con las autoridades de Seguridad en el procedimiento, aseguró el coronel Douglas Abarca, director de Logística del Ministerio de la Defensa.
Las armas destruidas están divididas en 828 cortas (68 %), 283 largas (23 %) y 145 (9 %) artesanales. La mayoría del armamento (861 unidades) estaba registrado legalmente, mientras que el restante (395) fue contabilizado como no registrado, es decir, que ingresaron al país ilícitamente, de acuerdo con estadísticas de las autoridades.
“Es mínima la cantidad (de armas ilegales) que ingresa al país. Lógicamente hay muchas áreas, pasos ciegos que es difícil controlarlos, pero como Ministerio de la Defensa, en forma conjunta trabajamos con la Policía Nacional Civil y la Fiscalía para mantener ese control”, aseguró el coronel Abarca.
Las armas que aplican para la destrucción son las de guerra que no pertenecen al Estado, las que fueron entregadas de manera voluntaria por sus propietarios, algunas que fueron alteradas de sus registros originales, no reclamadas por sus dueños luego de seis meses de decomiso o cuando no cancelaron las multas impuestas por faltas a la ley.
“Todas estas armas de fuego han sido producto de incautaciones que se han efectuado en diferentes procesos judiciales”, dijo un vocero de la FGR.
El representante de la Defensa aclaró que algunas armas provienen de grupos delincuenciales, aunque no detalló la cifra exacta: “Nosotros, como institución, recibimos las armas de los jueces, muchas de ellas no está identificado el grupo delictivo”.
El proceso de destrucción consta de tres fases, explicó la Defensa: la primera inició el 12 de mayo, con una reunión de los encargados de los almacenes de armas de fuego, es decir, donde salvaguardan el armamento confiscado; luego, en la segunda fase, las autoridades verifican si las armas no tienen procesos judiciales pendientes para proceder a la última etapa, que es la fundición de todo el armamento que cumplió con todos los requisitos necesarios.
El Ministerio de la Defensa realiza la eliminación de armamento desde 1996 y hasta la fecha van 53,059 armas destruidas, informaron los encargados.