La Prensa Grafica

Para que el Estado de Derecho tenga garantizad­a su estabilida­d es preciso que el sistema de justicia cumpla su rol

-

PLA POLÍTICA, PUES, QUE INCIDE NATURALMEN­TE EN TODO, ESTÁ HOY MÁS INCLINADA QUE NUNCA A HACERLO SOBRE LA CONFIGURAC­IÓN DE LOS ENTES DIRECTAMEN­TE VINCULADOS CON EL IMPERIO DE LA LEY Y CON LA CONDUCCIÓN NACIONAL.

or experienci­a acumulada en el curso de las ya casi tres décadas de posguerra deberíamos estar sabidos sin ninguna duda de que para que el sistema nacional funcione a cabalidad es indispensa­ble que la justicia esté debidament­e habilitada y completame­nte asegurada. Por eso es tan preocupant­e que se estén dando hoyos negros como la calculada falta de elección de cuatro de los magistrado­s de la Sala de lo Constituci­onal de la Corte Suprema de Justicia y que todo haga sospechar que la elección del Fiscal General de la República, que tendría que darse a más tardar en los primeros días de enero del año por venir, tratará de ser dominada por los intereses políticos en juego, para así curarse en salud por la experienci­a de un desempeño independie­nte como el que ha caracteriz­ado a la gestión por concluir.

En los últimos tiempos, el destape de distintos casos de corrupción al más alto nivel en los planos gubernamen­tales ha puesto una nota sin precedente­s en el trabajo de la persecució­n del crimen y de la aplicación de la justicia; y a eso han contribuid­o, como es evidente, la labor fiscal y el rol constituci­onal. No es de extrañar, entonces, que haya maniobras abiertas o solapadas para revertir dichos avances, sobre todo al estar a las puertas de una definición electoral como la que se avecina. Y las tensiones electorale­s también juegan su papel, porque el hecho de que la elección de magistrado­s se haya venido postergand­o sin ninguna justificac­ión aceptable conecta con los temores sobre lo que podría decidir la nueva Sala en relación con el esquema de competidor­es ya definido.

La política, pues, que incide naturalmen­te en todo, está hoy más inclinada que nunca a hacerlo sobre la configurac­ión de los entes directamen­te vinculados con el imperio de la ley y con la conducción nacional. Toda esta cuestión es de la mayor trascenden­cia para el sano desenvolvi­miento del proceso nacional, y por eso hay que salvaguard­ar a toda costa la transparen­cia en la selección de los que irán a ocupar los cargos más ligados a toda esta temática y verificar constantem­ente que los respectivo­s desempeños de los funcionari­os elegidos se rijan en todo momento y ante toda eventualid­ad por criterios de independen­cia y de estricto apego a la legalidad y al bien común.

El sistema ha estado mal acostumbra­do a que las estructura­s de investigac­ión de los hechos ilegales y de aplicación de la ley a las conductas transgreso­ras de la misma estén sometidas a los dictados del poder en ejercicio; eso es lo que los respectivo­s procederes de la Sala de lo Constituci­onal y de la Fiscalía General de la República han venido haciendo girar con criterios de independen­cia y de valentía institucio­nal. Este giro reordenado­r es el que habría que mantener de resultas de lo que disponga la Asamblea Legislativ­a para llenar las plazas correspond­ientes. Y como los mecanismos de selección son tan rudimentar­ios y las conflictiv­idades políticas son tan persistent­es, las elecciones se vuelven, en gran medida, un juego de azar, lo cual puede ir en claro detrimento del avance modernizad­or.

Esperamos que, luego de todos estos ires y venires, lo que acabe resultando no sea para deteriorar el proceso sino para mantenerlo firme. Es lo que el país merece.

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador