ALERTA ROJA POR ERUPCIÓN DEL VOLCÁN DE FUEGO
El coloso de Guatemala volvió a entrar en erupción, obligando la evacuación de 4,000 personas.
El departamento sureño de Escuintla se declaró ayer en alerta roja por la fuerte erupción del Volcán de Fuego, de Guatemala, la cual afecta a más de 76,000 personas, informó una fuente oficial.
El subdirector de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), Wálter Monroy, explicó ayer en rueda de prensa que las autoridades departamentales de Escuintla decidieron elevar la alerta a la máxima ante el incremento de la actividad del coloso, situado 50 kilómetros al oeste de la capital.
De acuerdo con la institución de protección civil, en Escuintla han sido afectadas 17,171 personas y se han evacuado 3,419 habitantes hacia albergues.
Los departamentos de Chimaltenango y Sacatepéquez mantienen la alerta amarilla (prevención), agregó.
Monroy dijo que fue preciso visitar desde el domingo, cuando se inició la quinta erupción del Volcán de Fuego, todas las comunidades aledañas al coloso para informar de la actividad.
MALOS RECUERDOS
En tanto, alrededor de 4,000 personas fueron evacuadas, cinco meses después de que una mortal explosión del mismo coloso devastó comunidades enteras y ocasionó centenares de fallecidos.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala dijo que las explosiones de la montaña del volcán de 3,763 metros sacudieron las casas con “sonidos constantes similares a una locomotora de trenes”.
El material incandescente estalló tan alto como 1,000 metros (3,200 pies) sobre el cráter y los flujos de roca caliente y ceniza se extendieron casi 3 kilómetros por un flanco del coloso. Las explosiones calientes de material piroclástico bajaron por las laderas, mientras que una columna de ceniza se elevó casi 7,000 metros sobre el nivel del mar y se dirigió hacia la Ciudad de Guatemala, hacia el este.
Autoridades guatemaltecas fueron criticadas y objeto de una investigación por la presunta negligencia al no evacuar a tiempo a las comunidades afectadas por la colosal erupción del 3 de junio, que mató a 194 personas y dejó saldo de alrededor de 234 desaparecidos.
Las autoridades no habían reportado hasta ayer por la tarde que la lava o flujo piroclástico haya alcanzado esta vez alguna de las viviendas o propiedades de las comunidades desalojadas. “Por la noche se oía cómo truena el volcán, se veía el fuego, ya no pudimos dormir; de madrugada mejor nos salimos, da mucho miedo”, contó una joven madre, quien asegura que revivió los momentos de pánico vividos en junio.