Un país de migrantes que rechaza tomar acción El gran ausente en la cita de Marruecos para adoptar el Pacto Global sobre Migración es EUA.
Entre legales e indocumentados, la población migrante en Estados Unidos en 2016 llegó a los 43.7 millones, según el Centro para Estudios de Migración (CIS, en inglés). La nación estuvo en la mesa para la Declaración en Nueva York para Refugiados y Migrantes de 2016, antesala a la gran cita esta semana en Marruecos, donde las naciones firmarán el Pacto Global sobre Migración. Pero en diciembre de 2017, el presidente Donald Trump sacó a su país del acuerdo global. Dijo que el pacto no iba acorde con sus prioridades en inmigración.
Aún el último viernes la Casa Blanca dijo en un comunicado que “reafirma” que la palabra sobre cómo manejar la frontera y la decisión sobre quién entra al país le compete a la nación como Estado soberano.
Pero Washington deja de lado que el pacto no es vinculante. La ONU sostiene que ese no es el espíritu del acuerdo y ha aclarado que su adopción no atenta contra la soberanía nacional.
El pacto sí dice que “hay compromisos concretos, como medidas contra la trata y el tráfico de personas, evitar la separación de las familias, usar la detención de migrantes solo como última opción o reconocer el derecho de los migrantes irregulares a recibir salud y educación en sus países de destino”. También llama a las naciones a “cooperar” a salvar vidas de migrantes con misiones de búsqueda y rescate. La separación de familias ha tenido este año a la administración Trump en el centro del rechazo.
“Pero aquí viene la parte agria del proceso, es una pena que llegar a reconocer esto sucede en el mismo momento histórico en el que las contradicciones dentro de los países más ricos del planeta, incluyendo a la mayoría de países europeos, incluyendo a EUA, es una condición interna”, lamenta.
Chacón reflexiona que el rechazo a los migrantes viene de la percepción de que cambian “la identidad nacional” en donde sea que lleguen, con el color de su piel, su lenguaje, sus costumbres.
“Es un entorno en el que se vuelve políticamente rentable atacar a los extranjeros y culparlos de todos los males en un país mezclando mentiras con actos de negligencia y, lo peor del caso, conseguir ser electo”, dijo Chacón.
Bajo la consigna “Estados Unidos primero”, Trump achaca al problema migratorio a la violencia en su país y la falta de oportunidades para los estadounidenses, y por eso también ha tomado otras decisiones, como levantar un muro en la frontera con México y la aplicación de la política de “tolerancia cero”, por la que se ha separado a más de 2,000 menores de edad de sus padres indocumentados.
Hace cinco años, Guatemala, Honduras y El Salvador impulsaron la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, con el auspicio de Washington, para mejorar las condiciones sociales en la región y así desalentar la migración. GRANDES OBJETIVOS TIENE EL PACTO MUNDIAL SOBRE MIGRACIÓN; ENTRE ELLOS, LOS GOBIERNOS SE COMPROMETEN A FACILITAR UN RETORNO DIGNO. Andrés Manuel López Obrador, tras su investidura como presidente de México el 1.º de diciembre, firmó con los países del Triángulo Norte un Plan de Desarrollo Integral para dar “una perspectiva regional integral y contemplar la atención prioritaria a todo el ciclo de la migración”. Se estima que en el país escasean ocho de cada 10 alimentos de la canasta básica, y más o menos la misma cantidad de medicamentos, y se necesitan más de 100 salarios mínimos para cubrir los gastos de una familia promedio, causas que han motivado ese éxodo masivo.