Algunas deudas con la historia salvadoreña
Las nuevas generaciones debemos crear una conciencia histórica activa con la finalidad de poder conocer y divulgar nuestra historia, basada siempre en conocimientos académicos, consultando en bibliotecas y realizando investigaciones periódicas ya que, de no ser así, queda en una charlatanería y de eso se puede ver por docenas.
En días recientes, he podido leer con entusiasmo las crónicas de Tania Primavera sobre Zelié Lardé y Salarrué, sobre su vida y legado de ambos lo cual es algo apasionante porque no se habla esto en las aulas de clase del nivel educativo escolar ni superior, mucho menos entonces cuando ya uno sale, de una edad grande ignora muchas situaciones, personajes y sucesos que han pertenecido y pertenecen a la historia de El Salvador, las crónicas de Primavera inspiran a querer conocer más y tener ese mismo entusiasmo de ser autodidacta. Usualmente en las materias de estudios sociales y lenguaje no se puede profundizar más debido a que el sistema educativo nacional no ha sido diseñado para ser crítico ni amante a la lectura, es una cruda realidad.
El mismo ímpetu y entusiasmo de ella por Zelié, Consuelo Suncín y Salarrué (principalmente) es el mismo que tengo yo por el padre de la patria, el presbítero y doctor José Matías Delgado.
Estuve reunido con el doctor David Escobar Galindo en estos días en el campus antiguo de la Universidad Presbítero y Doctor José Matías Delgado, un nombre tan honroso para dicha universidad, llevar el nombre del padre de la patria, le pude plantear la maravillosa posibilidad de llevar a cabo conversatorios estudiantiles en dicha institución para dar a conocer la vida y legado de dicho prócer que dio tanto por este país, le pareció bien la idea. Además, debo congratular al personal de la biblioteca de la Universidad que me atendieron muy bien, proporcionándome material bibliográfico para continuar con mis investigaciones del padre de la patria. El doctor David Escobar Galindo me pudo mencionar algo bien importante: “Se está dando el fenómeno que la gente joven quiere conocer y aprender de la historia y eso es algo bueno”.
Estamos en deuda histórica con las mujeres próceres que participaron en los movimientos previos a 1821 y posteriores a ellos, mujeres que tuvieron participación y que la historia muchas veces ignora o se olvida de divulgar, por ejemplo Felipa Aranzamendi que fue muy importante en la vida de los próceres. No se puede olvidar ni obviar esta etapa histórica de nuestra república, las mujeres al lado de los hombres próceres tuvieron su importante aporte en nuestra independencia.
Estamos en deuda histórica con músicos, pintores, escritores e intelectuales que ocupan espacio en los periódicos que se leen en nuestros días y que quizás no sabemos qué hay detrás de sus obras. Estamos en deuda en dar reconocimiento a esta nueva generación de la cual soy parte, ayudándonos a conocer de nuestra historia, a no subestimar a alguien por ser joven y parecer que sabe poco. Un país culto es un país desarrollado y permitirá tener una imagen que nos impulse hacia la verdadera globalización.