Panamá ve a Romero como símbolo vigente de la juventud
Para el arzobispo panameño, Romero se haría las mismas preguntas y mandaría nuevamente su mensaje de paz y de unidad. Lo ven como un símbolo de la juventud actual.
La Jornada Mundial de Juventud, del 22 al 27 de enero, tenía desde su designación como sede al patrono beato Óscar Arnulfo Romero, así lo esperaban las autoridades eclesiales panameñas. Ahora, después de octubre, llega como santo, el santo de América, ya con designación del Vaticano. A días de la JMJ, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta, dice que su júbilo aumenta al recibirlo canonizado.
Ulloa dice que la oportunidad para la juventud centroamericana es inmensa, religiosamente representa un momento de los jóvenes para reafirmar su fe cristiana, un significado también para el resto de jóvenes del mundo que se harán presentes a la cita.
En este contexto Romero, según Ulloa, representa el símbolo de la Iglesia actual liderada por el papa Francisco, que busca un compromiso más directo con los pobres, un Evangelio más comprometido con la realidad actual.
“Desde el día uno que se nos asignó la Jornada Mundial de la Juventud pensamos en un Óscar Romero beato y ahora tenemos la dicha que viene a la jornada como modelo para la juventud, el pastor entregado por el pueblo viene como san Óscar Arnulfo Romero”, dice Ulloa.
Pero no solo el prelado panameño piensa que la JMJ es la oportunidad de que la juventud del mundo conozca a San Romero. El padre Santos Belisario Hernández, asesor de la pastoral juvenil de la Arquidiócesis de San Salvador, asegura que Romero ahora es más universal que antes y el evento de Panamá así lo perfila.
“Pienso que es como colocar la mirada en los jóvenes de la región y el desafío de mostrar al mundo toda la capacidad que tienen para ser agentes de transformación de las realidades, desde el Evangelio de Cristo vivo, desde la fe”, dice Hernández, en alusión a los salvadoreños y el resto de centroamericanos que estarán presentes.
La jornada, según Hernández, responde a la idea de Francisco de estar más cerca de las periferias geográficas y existenciales, de ahí la oportunidad para las juventudes centroamericanas.
La coincidencia entre los sacerdotes apunta a un mensaje del pontífice hacia una juventud más comprometida, a decir del panameño “un cambio” de vida en los jóvenes centroamericanos.
“Es un gran don, una gran oportunidad que tenemos para que los jóvenes de nuestra gran nación centroamericana puedan tener esta experiencia que ha cambiado la vida de tantos jóvenes del mundo en cada encuentro de la Jornada Mundial”, dice Ulloa.
Romero representa para el Vaticano la palabra que puede motivar no solo a los jóvenes, sino también al sacerdocio más joven del mundo, en el compromiso de la Iglesia. De hecho Francisco ya ha dicho que el arzobispo asesinado el 24 de marzo de 1980 es uno de los significativos más grandes de la Iglesia.
“El papa Francisco trae ese mensaje de esperanza al mundo, pero especialmente en esta región, papa Francisco aquí en Panamá encenderá la llama de esperanza porque la transformación de nuestros países solo puede venir de la mano de los jóvenes”, dice Ulloa.
Hernández considera que la JMJ de este año tiene
“Hoy más que nunca sigue vigente en el caminar del mundo entero, pero especialmente de esta región centroamericana, yo creo que hoy Romero se haría las mismas preguntas que se hizo en aquel entonces, ¿por qué la pobreza, por qué la migración, por qué el narcotráfico, por qué tantas cosas?, y al final el llamado de paz y el compromiso de trabajar juntos por una Iglesia y una sociedad nueva”. JOSÉ DOMINGO ULLOA, ARZOBISPO DE PANAMÁ
“Todos los jóvenes que van a la Jornada Mundial de Juventud van felices y orgullosos del santo salvadoreño; claro, esto también trae un gran compromiso de extender su figura y ser testigos de su legado de defensa de la justicia y de la verdad”. SANTOS BELISARIO HERNÁNDEZ, ASESOR DE LA PASTORAL JUVENIL SALVADOREÑA
algo adicional para la juventud católica salvadoreña. Se espera que unos 5,000 jóvenes viajen a Panamá, inscritos de manera oficial, pero que otros lo harán de manera independiente. El sacerdote salvadoreño asegura que para la Iglesia es también una oportunidad de capitalizar ese sentir que genera Romero.
“Todos los jóvenes que van a la Jornada Mundial de Juventud van felices y orgullosos del santo salvadoreño; claro, esto también trae un gran compromiso de extender su figura y ser testigos de su legado de defensa de la justicia y de la verdad”, asegura el asesor de la pastoral juvenil.
Ulloa dice que la JMJ representa además el que los jóvenes de la región conozcan la historia de la Iglesia centroamericana, “es una Iglesia martirial” asegura, “donde miles de sacerdotes y religiosas ha entregado la vida”.
Y en ese sentido asegura la vigencia de Romero. “Hoy más que nunca sigue vigente en el caminar del mundo entero, pero especialmente de esta región centroamericana, yo creo que hoy Romero se haría las mismas preguntas que se hizo en aquel entonces, ¿por qué la pobreza, por qué la migración, por qué el narcotráfico, por qué tantas cosas?, y al final el llamado de paz y el compromiso de trabajar juntos por una Iglesia y una sociedad nueva”.
La llegada de Francisco a Panamá está prevista para el 23 de enero para iniciar sus actividades el 24 y regresar al Vaticano el 27.