Empresa sugiere instalar cocinas dentro de cárceles salvadoreñas
Proyecto ya se realiza en prisiones de Colombia y Panamá. No solo reduce costos, sino que incrementa seguridad y reinserción.
“La idea es poder participar en una licitación con una pluralidad de oferentes para producir dentro de cárceles”. JUAN CARLOS ALMANSA LATORRE, GERENTE GENERAL DE IBEASER
Alimentar a los millares de reos del sistema penitenciario salvadoreño le cuesta $41 millones a todos los ciudadanos que pagan impuestos. Sin embargo, modificando el método actual el gobierno podría ahorrar, aumentar la seguridad para el ingreso de ilícitos y, de paso, fomentar que los presos trabajen y, con ello, avancen en sus procesos de reinserción a la sociedad.
Juan Carlos Almansa Latorre, gerente general de Iberoamericana de Alimentos y Servicios (IBEASER), visitó El Salvador como parte de una delegación hispano-panameña. Su objetivo era mostrar su experiencia de siete años de cocinar dentro de las cárceles panameñas.
El modelo, explicó, implica mejorar la calidad alimenticia de los presos al mismo tiempo que genera productividad en los penales (panaderías y granjas). Los reos seleccionados para estar en las cocinas se inscriben en un programa para rebajar condenas (un día menos en prisión por cada dos días de trabajo), además de que reciben un salario.
Almansa considera que el programa salvadoreño “Yo cambio” podría incorporar esta modalidad. De hecho, su visita al país fue organizada por la Agencia Salvadoreña de Promoción de Inversiones (PROESA). Como parte de la gira, la delegación llegó al Centro Penal La Esperanza (Mariona).
Almansa se declaró “gratamente sorprendido” por el aseo y orden en esta cárcel, de la que solo había escuchado su fama de “peligrosa”, pero que no es en nada parecida a las prisiones panameñas en las que IBEASER opera desde 2012, luego de ganar una licitación internacional.
El modelo que implementó en Panamá incluye remodelar parte de la prisión para adecuar la cocina y dotarla de equipos nuevos, tanto para cocinar como para refrigerar los alimentos, los cuales se compran a productores locales. Almansa dice que la inversión en equipos es de $8 millones y luego de la finalización del contrato le quedan al gobierno.
Preparar los alimentos dentro de los penales reduce la posibilidad de ingreso de objetos como celulares dentro de las bandejas de comida. Además, se garantiza una temperatura adecuada en los alimentos, para evitar intoxicaciones.
La empresa IBEASER inició en Colombia, donde provee refrigerios a escuelas (programa municipal “Bogotá sin hambre”) y alimentación en cárceles y hospitales.