Las fuerzas de seguridad francesas rociaron gas lacrimógeno y dispararon municiones aturdidoras contra los manifestantes.
Milesde“chalecos amarillos”enotra marchaenparís
Miles de “chalecos amarillos” participaron ayer en París en una manifestación, en el octavo sábado consecutivo de protestas en Francia, con algunos enfrentamientos entre participantes y fuerzas del orden.
Los primeros altercados se produjeron en las proximidades de la Prefectura de Policía, junto al río Sena, poco después de las 2 de la tarde (hora local), al inicio de la marcha entre el Ayuntamiento y la Asamblea Nacional.
La policía respondió con gases lacrimógenos al lanzamiento de piedras y botellas contra los agentes por parte de manifestantes encapuchados
Unos 40 minutos más tarde, los agentes volvieron a recurrir a los gases lacrimógenos y a las porras cuando decenas de “chalecos amarillos” trataron de atravesar uno de los puentes del Sena frente al jardín de las Tullerías, fuera del itinerario marcado para la manifestación.
Al margen de estos hechos puntuales, la mayoría de los participantes marchó en un ambiente de tranquilidad, frente a un dispositivo de las fuerzas del orden discreto, lejos de las escenas de guerrilla urbana vividas en el último sábado de noviembre y el primero de diciembre.
Algunos de ellos coreaban mensajes contra el presidente francés, como (Emmanuel) “Macron, dimisión” o el nombre del mandatario también aparecía en algunas pancartas, con lemas como “el rey Macron da migas a los mendigos”.
Otros cientos de “chalecos amarillos” participaron en otra marcha entre la avenida de los Campos Elíseos, donde habían convocado una concentración, y la plaza de la Bolsa, que se desarrolló sin actos violentos y sin choques con la policía.
Según la emisora France Info, hubo entre 1,200 y 1,400 personas en Ruán, cerca de 600 en Pau o alrededor de 400 en Grenoble.