Disciplina y constancia: claves del éxito escolar
Ambos factores pueden ser los principales ingredientes si quieres triunfar en tus estudios.
La autodisciplina es una herramienta muy importante que facilita el camino al éxito académico. Este hábito puede fomentarse a través de diversas acciones como, por ejemplo, ser consciente de las virtudes y debilidades en el área académica. Al reconocer los defectos, reconoces los aspectos que debes reforzar y trabajar con mayor empeño, un factor clave para mejorar.
Otro factor que fortalece la disciplina es eliminar las tentaciones de la vista; por ejemplo, si deseas mejorar la productividad en las tareas, entonces bloquea las notificaciones en redes o usa el móvil en silencio. En la medida en que tengas menos distracciones, lograrás un enfoque más profundo, alcanzando con más facilidad las metas.
Es importante que sepas que ninguna persona nace con disciplina, es un comportamiento aprendido de la misma forma en que se aprende cualquier otra habilidad, por ello, si quieres llegar a dominarlas, debes practicarla diariamente. Según un estudio de la Universidad de Stanford, la cantidad de fuerza de voluntad que tiene una persona está predeterminada por lo que concibe. Es decir que si crees que tienes poca fuerza de voluntad, es probable que así lo demuestres.
CONSTANCIA
La constancia es otro elemento favorable que debes fomentar en tus estudios. Recuerda que no por estudiar un día automáticamente tu esfuerzo se verá reflejado en excelentes notas. Un error es abandonar a mitad del camino, esto sucede porque la mente exige resultados demasiado rápido. Ahora que ya lo sabes, no debes caer en la tentación de abandonar.
Otro punto importante es que no debes confiar tus buenas notas a aspectos como la buena voluntad o motivación, pues ellas dependen de diversos factores que cambian conforme la situación. Lo ideal es crear un horario de estudio que debes comprometerte a respetar sin importar las circunstancias en que te encuentres.
Las buenas notas no son reservadas solo para los más “inteligentes”, también pueden obtenerlas quienes saben aprovechar cada factor a su favor, por ejemplo: esforzarse el máximo posible en cada una de las formas de evaluación reflejará al final una suma de notas que pueden ser un global muy bueno. Además, esforzarse desde el inicio del año escolar puede ser el mejor método para tener la meta lograda antes de terminar el año.