Agro recibirá $17 millones para adaptación climática
El proyecto tenía una segunda parte, pero el FIDA canceló el préstamo porque la Asamblea Legislativa tomó mucho tiempo para la aprobación.
El Salvador iniciará un proyecto de adaptación de la agricultura al clima, que consiste en mejorar el acceso a pronósticos meteorológicos y la implementación de semillas resistentes a la sequía. En total son $17 millones, de los cuales $12 millones son un préstamo del Fondo de Inversión para el Desarrollo Agrícola (FIDA) de Naciones Unidas y el resto es una donación.
El Salvador es el quinto país más vulnerable al cambio climático, según Juan Diego Ruiz, director del FIDA para la región centroamericana. Solo el año pasado la falta de lluvia entre julio y agosto provocó fuertes pérdidas en todo el sector agropecuario, pero el más golpeado fue el de granos básicos, pues coincidió con la primera siembra, que es cuando se produce la mayoría del maíz.
Además se perdió el dinero que los agricultores habían invertido, la mayoría eran créditos de avío otorgados por la banca estatal.
En ese sentido, Rural Adelante en su Fase I tendrá tres ejes de acción. El acceso permanente a “información agroclimática”, es decir, variables de lluvia y temperatura. La apuesta es que esta información se difunda con celulares, debido a la alta penetración que existe en el país.
Asimismo buscarán implementar variedades de semillas resistentes a la sequía en el caso de los granos básicos con fortificación de minerales y hierro para mejorar el desempeño del cultivo y su aporte nutritivo.
Ruiz agregó que las semillas criollas tienen un alto potencial porque están mejor adaptadas. “Eso es lo que se intenta recuperar”. Las semillas desarrolladas en otras regiones pueden tener un alto potencial de producción, pero obedecen a otras condiciones ambientales.
Jesús Amadeo Martínez, representante indígena de El Salvador en un foro organizado por
0.8854 EURO
FIDA, explicó que durante el actual gobierno los acercamientos han sido escasos. Agregó que del proyecto anterior que ejecutó el MAG con fondos FIDA, Amanecer Rural, solo 4 % de los participantes eran indígenas.
Asimismo, defendió el uso de semillas criollas y aseguró que en el oriente del país quienes sembraron este tipo de maíz no fueron golpeados de la misma manera que aquellos que utilizan el grano del CENTA.
El tercer eje es la implementación de prácticas agrícolas y de manejo de suelo y agua, adaptadas al cambio climático. El proyecto se enfocará en el sector de granos básicos y en el oriente del país, aunque también hay otros cultivos incluidos, como legumbres, frutas y miel.
La Fase I fue ratificada por la Asamblea Legislativa en diciembre del año pasado, pero aún no se ha hecho la publicación en el Diario Oficial, con lo cual todavía se desconoce cuándo iniciará la ejecución. La continuación de este plan, que era por $67 millones, se canceló debido a que se venció el tiempo que los diputados tenían para dar su aprobación.
“Si hay una Fase I, entonces hay una Fase II. Esta segunda fase se canceló, porque no se alcanzó en la Asamblea (Legislativa) de El Salvador durante el plazo previsto de dos años desde la aprobación por parte de la junta directiva (de FIDA)”, dijo el representante del organismo para la región.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), al ser consultado sobre esta situación, afirmó que el préstamo todavía es viable y que sigue en análisis de los diputados. No obstante, el FIDA fue enfático en que la cancelación es un proceso automático una vez pasa el plazo, este tampoco aparece en la página web en los proyectos pendientes.