ANCIESAL quiere igualdad para personas ciegas
Uno de los problemas más difíciles es la educación donde no hay programas.
En El Salvador hay 118,525 personas con algún tipo de discapacidad visual, según cifras del Registro Nacional de las Personas Naturales (RNPN) hasta diciembre de 2018, lo que representa cerca de un 2 % de la población en nuestro país. Y hoy que se conmemora el Día Nacional de la Persona Ciega, este sector de la población remarca que aún existen deudas para garantizar su accesibilidad dentro de la sociedad, tanto físico como intelectual.
Juan Antonio Monge Cerón, de la Asociación Nacional de Ciegos Salvadoreños (ANCIESAL) y miembro de la Mesa Permanente de Personas con Discapacidad de la Procuraduría de los Derechos Humanos, aseguró que tanto el Gobierno salvadoreño como las instituciones tienen un retraso en la atención hacia los salvadoreños con un tipo de discapacidad visual.
“Sí se ha mejorado en algunas cosas, haciendo edificaciones más accesibles y facilitar el acceso para las personas con discapacidad, sobre todo en edificaciones nuevas; pero en el caso de los edificios que ya tienen tiempo de haber sido construido hay una deuda, porque ven como gasto hacer esos cambios”.
Organizaciones como ANCIESAL y el Consejo Nacional de Atención Integral a las Personas con Discapacidad (CONAIPD) aseguran que la población ciega enfrenta graves barreras urbanísticas y arquitectónicas en todo el país, que van desde la falta de tapaderas de medidores y de aguas negras, vehículos parqueados en las aceras, ventas ambulantes diversas, aceras en mal estado, postes de todo tipo, hasta vallas publicitarias colocadas en las aceras sin ningún control.
La cifra antes mencionada, los 118,525, corresponde solo a mayores de 18 años, pero los especialistas señalan que podría incrementarse hasta los 130,000 si se suma a menores de edad y personas que no tienen Documento Único de Identidad (DUI).
Monge Cerón también señaló que no hay accesibi- lidad en la educación y en el transporte público para las personas ciegas, como sí lo hay para ciudadanos con otro tipo de discapacidad.
“La educación no está elaborada correctamente... No hay textos en braille ni profesores correctamente preparados para atender a las personas ciegas”, explicó.
“Hay buses y microbuses con máquinas giratorias que nos dificulta el acceso”, pero igualmente no hay las condiciones necesarias en las paradas de buses.
Desde el CONAIPD también se ha hecho énfasis para que se cumplan los acuerdos firmados en el Tratado de Marrakech, que busca garantizar el acceso de las personas ciegas a la información.
“Requerimos de formatos accesibles, no los mismos que se les da al resto del público, y eso no es solo para los ciegos, sino para los sordos también”. JUAN MONGE, MIEMBRO DE ANCIESAL