Medirán el costo económico DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
La investigación se centrará en los costos directos e indirectos por la violencia feminicida, violencia física, violencia sexual, la psicológica-emocional.
ÓSCAR CABRERA, PRESIDENTE DEL BCR
MIRIAM BANDES, OFICIAL DE CARGO ONU MUJERES
YANIRA ARGUETA, DIRECTORA DE ISDEMU
En noviembre de 2019 se prevé finalizar el estudio sobre “El costo económico de la violencia contra las mujeres, 2017”, que se realiza en cooperación tripartida entre el Banco Central de Reserva (BCR), el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) y ONU Mujeres El Salvador. La investigación pretende cuantificar el costo que implica tanto para el bolsillo de las familias afectadas como para el Estado la atención por casos de violencia, específicamente se centrará en los costos directos e indirectos por cuatro tipos de violencia: feminicida, física, sexual, psicológica y emocional.
Uno de los insumos será los datos de la Encuesta Nacional de Violencia contra las Mujeres (ENVCM) de 2017, que reflejó que el 67.4 % de las mujeres ha recibido algún tipo de violencia durante su vida, y el 33.8 % la sufrió en los últimos 12 meses.
“Estos tipos de análisis todavía nos hacen falta. Nos hace falta saber cuánto es la inversión, por ejemplo, en salud; el impacto que tiene en la educación; el impacto que tiene en la economía local, incluso el impacto que tiene en la autonomía económica de las mujeres”, dijo Yanira Argueta, directora de ISDEMU.
Comentó que la violencia contra las mujeres se presenta en diferentes niveles de la sociedad, ya sea en el hogar, en el trabajo, en la escuela y la comunidad.
“La violencia contra las mujeres tiene efectos adversos a escala individual, familiar, comunitario y social, y es lo que pretendemos investigar, el costo directo e indirecto de la violencia en la economía familiar y del Estado. Es importante que humanicemos los da- tos. No hay desarrollo sin igualdad”, dijo Miriam Bandes, oficial de cargo de ONU Mujeres en El Salvador. Agregó que se han elaborado investigaciones en otros países como Vietnam, Uganda y el último fue en Ecuador. “El año pasado hicimos un primer acercamiento, hicimos un taller para vincular el estudio que se ha realizado, o por lo menos conocer la experiencia, en Ecuador y ver cómo extrapolar y adaptar esa metodología cuantitativa a El Salvador”, afirmó Bandes.
Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para 2017 El Salvador tuvo la mayor tasa de feminicidios en la región, con 10.2 asesinadas por cada 100,000 mujeres.
La mayoría de investigaciones sobre los costos de la violencia hacia las mujeres se centra en la estimación de los daños que la violencia doméstica genera sobre sus bolsillos, asociados a recuperar la salud física y mental. En este caso, también se incluirá el costo que los feminicidios generan en la sociedad.
“Se pretende establecer los costos en los ingresos futuros sobre los hijos que un feminicidio puede generar. Ya que en la mayoría de los casos el agresor resulta ser el padre de los infantes. Y también determinar los costos sobre la sociedad, en lo referente a los costos de oportunidad que una muerte prematura genera sobre la producción de la economía nacional”, dijo Óscar Cabrera, presidente del BCR.
Añadió que uno de los mayores retos para la investigación es la estimación de los costos económicos que la violencia psicológica genera sobre las mujeres agredidas. Por lo que ONU Mujeres brindará la metodología a seguir para obtener costos promedios.
ISDEMU aportará herramientas para que las instituciones del Estado puedan identificar los casos de violencia. “En Ciudad Mujer a veces llegan por autonomía económica, pero en la entrevista pueden rescatar que esa autonomía económica tiene detrás todo un tema de violencia económica”, dijo Argueta.