“Mi miedo es que esos animales muerdan a niños”
LA PRENSA GRÁFICA informó la semana anterior que solo una parte de afectados por murciélagos recibe el tratamiento.
Juan Carlos Mejía Celes se despertó antes de la salida del sol, pero esta vez su jornada inició con el sobresalto que le produjo descubrir que en un pie tenía una pequeña lesión de la cual emanaba abundante sangre, que había manchado la sábana con la que se había cobijado. Sin dudarlo, el hombre de 27 años tuvo la certeza de que se había convertido en una nueva víctima del ataque de una colonia de murciélagos, que ya mordió a por lo menos 27 residentes en los caseríos Chagüitón y Retirito, y en el cantón Honduritas, del municipio de Nueva
EMERGENCIA
LOS CASOS DE MURCIÉLAGOS QUE HAN MORDIDO A POR LO MENOS 27 PERSONAS, QUE RESIDEN EN LA ZONA RURAL DE NUEVA ESPARTA, HAN OBLIGADO A LAS AUTORIDADES DE LA COMUNA A DECRETAR UN ESTADO DE EMERGENCIA.
Esparta, La Unión.
“Yo sabía que había sido un murciélago vampiro porque a unos 10 parientes, que viven en Chagüitón ya los habían mordido esos mismos animales que han aparecido en la zona recientemente”, contó el joven, quien vive con su madre, una hermana y tres sobrinos en una casa ubicada en un pequeño cerro del caserío Retirito.
Mejía Celes cuenta que después de que fue mordido se puso en contacto con uno de los promotores de salud de la zona, y este le comunicó que no había vacunas contra rabia en los establecimientos médicos más cercanos, por eso decidió ir hasta la unidad de salud de Nueva Esparta y de ahí lo remitieron hasta Santa Rosa de Lima.
En el hospital limeño, agregó, recibió un tratamiento profiláctico consistente en la aplicación de suero antirrábico, que le fue colocado en el pie mordido y en los glúteos, así como de antibióticos para prevenir una infección. Aseguró que se encuentra a la espera de recibir las cinco dosis de vacunas para evitar que contraiga el virus de la rabia, pues los murciélagos son uno de los principales transmisores de esta mortal enfermedad.
“Anoche me levanté en la madrugada y pude ver a uno de esos murciélagos, y no son como los que estamos acostumbrados a ver por aquí, que son pequeños y solo comen fruta. Ese era más grande que los demás y hasta me atacó”, añadió.
APLICAN MENJURJE
Mónica Celes, de 62 años, es la matriarca de la familia y dice que ya comenzó a aplicar medidas de prevención, de tipo casero, para evitar que lleguen más murciélagos y muerdan a su hija que está embarazada, o a uno de sus nietos de ocho y seis años.
Ella manifestó que una docto
ra llegó a la escuela de la comunidad a explicarles que debían colocar cedazo o malla ciclón entre el techo y las paredes, pero como no tiene dinero para comprar estos materiales ha decidido que en su casa todos deben dormir con mosquitero y con las luces encendidas. Además, afirma que ha regado agua con ajo machacado por todas las paredes, pues cree que este menjurje ahuyenta a las criaturas voladoras.
“Mi miedo es que esos animales muerdan a los niños y les saquen sangre, como les ha ocurrido a las demás personas. También tengo miedo que me pase lo mismo, porque estoy un poco delicada de salud, y si esos animales me llegan a sangrar, me puedo hasta morir”, dijo la mujer.
ATENCIÓN MÉDICA
En la Unidad Comunitaria de Salud Familiar (ECO) del cantón Honduritas se lleva un registro de todas las personas que han sido atendidas por mordeduras de murciélagos.
Hasta el miércoles anterior por la mañana se había atendido a 27 personas, que fueron remitidas hacia otros establecimientos de salud donde comenzaron a aplicarles el sistema de vacunación para prevenir la rabia.
Benicio Estrada, doctor a cargo de este ECO del cantón Honduritas, cuenta que los primeros pacientes llegaron hace aproximadamente 15 días, y a medida que avanzaba el tiempo y se sabía la noticia del peligro que representa un ataque de este tipo de animales, que son transmisores de la rabia, el lugar se llenó de gente que llegó a pedir que les pusieran las vacunas antirrábicas.
El médico reconoció que los establecimientos de salud de la zona no contaban con suficientes vacunas para inmunizar a toda la gente que había sido mordida y que ahora están expuestos a contraer rabia, por lo que se comenzó a buscar apoyo con otros centros hospitalarios del sistema público, para que estos a su vez los dotaran de suero y de vacunas contra la rabia.
“Hemos tenido problemas con la vacuna, no a todos se les ha aplicado en el momento en que consultan. Nos hemos movilizado como unidad de salud, como municipio con la ayuda de la intermedia de Nueva Esparta, solicitamos a la región (de salud) que es la que nos abastece y ellos tampoco tenían ni en bodegas”, dijo.
Afirmó que después de gestiones lograron conseguir suficientes vacunas para iniciar el tratamiento de los primeros 15 pacientes y que las siguientes dosis le serían enviadas pronto.
No es fácil conseguir las 135 unidades de vacunas antirrábicas que se requiere para inmunizar a los afectados por la mordedura de un animal salvaje transmisor de rabia.
Fuentes del Ministerio de Salud confirmaron que los establecimientos de la zona oriental cuentan con existencias limitadas de sueros y las vacunas para prevenir la rabia entre los humanos, porque en la región no se ha reportado un caso de hidrofobia en niños o adultos desde 2006.
Además, el Ministerio de Salud mantiene campañas constantes para vacunar perros y gatos, para evitar el contagio entre ellos y los seres humanos. Sin embargo, no se puede mantener un control sobre otro tipo de animales que también transmiten la hidrofobia, tales como los murciélagos y las ratas. Por eso la preocupación de la comunidad.