Aerometro como escape para el caos vehicular
El proyecto tendrá inicialmente una extensión de 8.9 kilómetros e intentará disminuir la carga vehicular de Ciudad de Guatemala.
Contrario al ejemplo de otras ciudades latinoamericanas en las que los teleféricos unen zonas inaccesibles con centros neurálgicos y contrarrestan la topografía, el Aerometro de Ciudad de Guatemala comenzará sobre rutas vehiculares ya existentes y en las que se desata el caos a diario. La municipalidad de Ciudad de Guatemala celebró a finales de marzo el acuerdo y firma sobre el derecho de vía de las primeras dos líneas del proyecto con la Dirección General de Caminos y la Municipalidad de Mixco (de la zona metropolitana), lo que sitúa al
Aerometro a las puertas de las licitaciones y, posteriormente, de la construcción.
Sin embargo, estas líneas iniciales del transporte eléctrico por cable aéreo se desarrollarán encima de avenidas usualmente congestionadas y, contrario al uso que se le ha dado en otros países, no servirá, inicialmente, para acercar a las personas que viven en las localidades altas y barrancos de la ciudad.
Para el arquitecto urbanista Carlos Barillas, consultor sénior del Grupo Inovaterra y exviceministro de Vivienda, la primera ruta del Aerometro, que seguirá el camino de la calzada Roosevelt hacia el Trébol y luego se dirigirá a la plaza España sobre la calle Montúfar, “pareciera una oferta política que no tiene factibilidad”.
Lo dice porque le extraña que no siga el ejemplo del Metrocable de Medellín que “ayudó a romper la topografía y a conectar a la gente muy rápido desde las comunas en la zona montañosa hacia lugares céntricos”, además de “poner los ojos sobre zonas de criminalidad muy altas y generar la prevención”.
Otras fuentes de inspiración que fueron “ignoradas” por la municipalidad, según Barillas, fueron el Mexicable o el proyecto del Cablebus de la Ciudad de México o Mi Teleférico boliviano, que funcionan o están pensados en la lógica de unir puntos de difícil acceso con el sistema de transporte convencional o zonas céntricas.
Pero el Aerometro, que tendrá inicialmente una extensión de 8.9 kilómetros, “abonaría” al tránsito vehicular “anulando el camellón central de la calzada Roosevelt y con ello eliminar la posibilidad de suplir el transporte público con sistemas de Autobuses de Tránsito Rápido (BRT, en inglés) con carriles exclusivos que llegan a mover 40,000 personas por hora”, mientras que el teleférico podría mover unos 24,000 pasajeros por hora, según la alcaldía.
Eso sí, el paso del cable podría generar “un efecto de minusvalía del suelo” en zonas donde existen edificios residenciales.
CABINAS SE ESPERA QUE LA EMPRESA QUE SEA CONCESIONARIA DEL AEROMETRO INSTALE 506 CABINAS PARA CUBRIR LA DEMANDA DE USUARIOS PARA UN TRAMO DE CASI 9 KILÓMETROS EN LA CAPITAL DE GUATEMALA.