Trípoli a las puertas de sufrir baño de sangre
Naciones Unidas solicitó un alto el fuego para trasladar heridos
El mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia, intensificó ayer su ofensiva militar sobre Trípoli con bombardeos que causaron un número indeterminado de víctimas en los barrios del sur y amenazan con desencadenar un baño de sangre en la capital. La virulencia de los ataques, concentrados en torno al antiguo aeropuerto internacional de la capital y el área de Suq al-khamis, empujó a Naciones Unidas a solicitar un alto el fuego para evacuar a los heridos.
PENDIENTES
ITALIA SIGUE “CON PREOCUPACIÓN” LA CRISIS EN LIBIA Y PRESIONA AL MARISCAL JALIFA HAFTER, EL HOMBRE FUERTE DEL ESTE Y QUE SE HA LANZADO POR TRÍPOLI, PARA QUE SE EVITE EL CONFLICTO.
“Hemos recibido en torno a una veintena de cuerpos desde el jueves. Pero no tenemos recursos para identificarlos como tampoco para tratar a los heridos”, explicó un médico del hospital central.
Ahmad al Mismari, portavoz de las fuerzas de Hafter, admitió, por su parte, que el llamado Ejército Nacional Libio (LNA) perdió 14 soldados en las primeras horas de combates y advirtió de que sus baterías derribarán cualquier avión que sobrevuele áreas bajo su control.
Los combates arrancaron poco antes del amanecer, con las milicias fieles al gobierno impuesto por la ONU en Trípoli (GNA) tratando de evitar el avance de las tropas orientales a través de Wadi Raba, zona agrícola en el sureste.
Según Mohamad Gnounou, portavoz de las fuerzas del GNA, la acción forma parte de un operación de contraataque denominada “La ira del volcán”, cuyo objetivo es “purgar la capital de fuerzas agresoras ilegítimas”.
Gnounou insistió en que las milicias del GNA mantienen el control del citado aeropuerto, situado a apenas 24 kilómetros del centro, y en desuso desde hace más de un lustro.