Analizan avances tras una década de asistencia técnica
Familias están pasando de realizar una agricultura convencional a un enfoque agroecológico.
Con un acompañamiento técnico de varios años en la transferencia de tecnologías agropecuarias a las familias en el campo, la agencia de extensión del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) en Candelaria de la Frontera, Santa Ana, continúa fortaleciendo las capacidades de los productores locales y brindando herramientas para destacar en la productividad y comercialización.
Rónald Martínez, coordinador de agencia de extensión del CENTA en Candelaria de la Frontera, explicó que desde hace 10 años se ha venido ejecutando una serie de proyectos a nivel territorial en cuatro municipios: San Antonio Pajonal, El Porvenir, Candelaria de la Frontera y Santiago de la Frontera, donde paulatinamente se ha visto el progreso de las familias y la mejora en sus condiciones de vida.
“Se ha trabajado con proyectos en áreas de riego, nos han dado capital semilla, incentivos para poder establecer parcelas de hortalizas y hacer la transición de granos básicos a hortalizas, luego metimos los frutales con un buen manzanaje de papaya, piña y plátano, para beneficio de 100 familias con el proyecto de frutas”, expresó Martínez.
Así mismo, el CENTA empezó a introducir variedades de semillas mejoradas de frijol, implementación de parcelas demostrativas que fueron de gran impacto para los productores porque ahí pudieron ver color, tamaño, muchas características de preferencia.
De igual forma, las familias productoras atendidas por la agencia de extensión están viviendo la transición de una agricultura convencional a un enfoque agroecológico con el fin de conservar los recursos locales, ya que de estos elaboran sus productos orgánicos para el manejo integrado de los cultivos y contribuyen a la recuperación de la microbiología del suelo.
David Antonio Godínez, productor de cantón La Parada, caserío Santa Gertrudis, en Candelaria de la Frontera, comentó: “El CENTA nos ha apoyado desde hace unos 12 años que nos empezó a dar unos palos de papaya, en ese tiempo nosotros regábamos por gravedad y hacíamos desperdicios de agua, pero después con la coordinación de proyectos nos dieron sistemas de riego por goteo, casa malla y ahora somos productores de hortalizas que las vendemos”.