Un Águila práctico se impuso de visita
Ricardo Guevara fue la figura para los aguiluchos en Santa Rosa de Lima, su gol valió para seguir segundo y superar la barrera de los 30 puntos.
“Se viene una etapa muy difícil porque todos se juegan muchas cosas”.
WALDEMAR ACOSTA, DELANTERO DEL ÁGUILA
Ocho de las victorias que tienen al Águila segundo en la tabla fueron por un gol de diferencia; seis de ellas, 1-0. Y lo que algunos consideran un estilo ramplón no es sino eficiencia a su máximo nivel.
Al menos eso se lee de la solvencia defensiva de un equipo que pega poco pero que cuando pega, cobra; así fue ayer, cuando un tanto de Ricardo Guevara le bastó al Águila para ganarle de visita al Municipal Limeño en el Ramón Flores Berríos.
Ojo, que no estamos diciendo que la visita no mereció la victoria. En el primer tiempo, el Águila fue claro dominador, trató de mejor manera el balón y llegó con muchísima más claridad sobre la portería del Municipal Limeño.
Apenas se jugaba 1 minuto cuando Waldemar Acosta, con un disparo seco, puso a prueba al portero de Municipal Limeño Kevin Carabantes, quien controló en primera instancia.
Los locales respondieron al minuto 8, cuando Clayvin Zúniga asistió para James Cabezas, que estaba en el corazón del área, pero ante la salida del guardameta Benji Villalobos, el delantero colombiano se vio obligado a pegarle al balón desviado de la cabaña naranja.
De entre los pupilos de William Renderos, el más inquieto fue Zúniga. Al minuto 28 remató con potencia sobre la cabaña aguilucha; el balón finalmente terminó siendo desviado por James Cabezas.
Pero eso era intermitente; el tono del juego era de posesión aguilucha; en una de esas, Acosta sacó un zurdazo y el balón se fue directo hacia las manos de Carabantes.
En el segundo, el Municipal Limeño entró con una actitud diferente y al 47’ Zúniga disparó con tanta potencia, sobre el lado derecho del área rival, que la bola se fue arriba de la meta.
Apenas en la calistenia de esa segunda parte, el Limeño tendría que ir a recogerla a sus redes. Ricardo Guevara abriría el marcador al minuto 48, tras una acción vertiginosa.
Wálter Chigüila centró desde el sector izquierdo para Guevara, que llegó a cerrar la jugada cambiándole la dirección del balón a Carabantes, quien se quedó paralizado mientras que el esférico entraba en su cabaña, como en cámara lenta.
Lo que advino fue una reacción furiosa del Limeño, cuyos volantes sacaron todo el fútbol que se habían guardado, permitiendo a Benji Villalobos convertirse en la figura.
Marvin Ramos, al 57’, disparó sobre la media luna y el balón, tras pegar en un jugador emplumado, agarró un efecto de globo que casi hace que el esférico entre en la meta defendida por Villalobos.
El partido se tornó a ser de ida y vuelta; cuando los dirigidos por Carlos Romero llegaban, los de William Renderos respondían con un contragolpe.
Uno de los contragolpes más peligrosos fue cuando Zúniga, dentro del área, atrasó el balón a Yubini Salamanca, quien en una posición incómoda la sacó del estadio.
Fallando tanto ante un equipo con tanto oficio, sería imposible para el derrotado Limeño.