“LA DANZA ES PARA TODOS”
Xenia Vaquerano
Directora Escuela Nacional de Danza
Por años ha visto repetirse muchas cosas, pero nunca a padres que lleven a sus hijas a estudiar para desarrollarse a través de la danza como profesionales y menos aún, a algún varón acudir a tiempo (nueve años de edad) a clases de ballet.
“El estudio del arte se ha convertido en un pasatiempo culto y es un estatus con el que la población clasifica. No algo meramente formal o informal y se empeora con el estereotipo de que la danza es para las niñas”, comenta.
“He llegado a la conclusión de que para los padres de familia decir que su hija es parte del ballet es como un adorno lindo para la niña. Cuando lo platica con los amigos es como decir ‘Mi hija tiene una colección de Barbies’ o ‘Le encanta ponerse unos ganchitos’”, apunta.
También Vaquerano sostiene que las personas “cultas” mencionan en sus pláticas a grandes bailarines mundiales y “los admiran”, pero al preguntarles por qué no da chance a su hijo de ser uno, la cosa cambia. “A los niños se les pone a practicar cualquier deporte y en el arte tal vez se les permite aprender música, pero no danza o teatro; ‘eso es para las niñas’, dicen”.
Vaquerano va más allá y afirma que tampoco la negativa a que los varones practiquen danza “tiene que ver con lo económico o nivel educativo, es un estereotipo cultural meramente machista”, confiesa. “En ese sentido, recalco que la danza es para todos. Es por igual para hombres y mujeres”, enfatiza.
En el horizonte hay una esperanza para ella y para los que deseen alcanzar un grado profesional en la danza, y es la creación del bachillerato en artes, algo extinto desde finales de la época de los noventa, pero en lo que ya se trabaja para implementarse al menos en 2021. DE CADA 10 ESTUDIANTES DE LA ESCUELA NACIONAL DE DANZA “MORENA CELARIÉ” SON MUJERES, SEGÚN DATOS DE LA DIRECTORA.