La posibilidad de vivir en las zonas secas está en riesgo”
Comenzando por la visión más macro. El país tiene una gran necesidad de desarrollar su agro, tanto así que vemos cómo las exportaciones son bastante más pequeñas que las importaciones y hay un gran déficit –claro está, de bienes y servicios–, pero muchos productos que vienen de afuera son alimentarios. Un país dolarizado no puede tener una situación donde salen más dólares de los que entran, eso sería el fin de la dolarización. Entonces yo creo que allí hay una necesidad muy grande de estabilizar la balanza comercial y creemos como FAO que con leyes como la agricultura familiar y políticas públicas que fomenten la pequeña producción el país va a poder tener esa mayor capacidad de poder producir para su consumo y hasta exportar. Para empujar productividad en las zonas rurales se necesita inversiones, créditos y políticas que favorezcan, por ejemplo, la agricultura familiar, pensando que son cientos de miles de pequeños productores. Es ahí donde tiene que ir focalizándose la atención pública. También existe una situación de degrado ambiental, el degrado de los recursos naturales por temas endógenos de El Salvador, pero también por situaciones que se escapan a la realidad del país. El Salvador es de los países que menos aporta al cambio climático, pero está en el “top ten” de los países que reciben impactos y lo vemos aquí fuertemente en el corredor seco. Un país pequeño que no genera emisiones está recibiendo un montón de impactos términos. El otro tema es que El Salvador en relación con los países vecinos, en cuanto a su subalimentación o desnutrición crónica que se da en niños menores de cinco años, es mucho más baja. Si nos comparamos con Guatemala, ahí la cifra está por encima del 46 % de niños menores de cinco años que padecen de desnutrición crónica. En El Salvador esta cifra es mucho menor y eso significa que el país ha hecho un grandísimo esfuerzo invirtiendo en seguridad alimentaria. (...) También la población es mucho más urbana y menos dispersa, lo que facilita la provisión de servicios básicos: salud, agua, sustento y esto deja al país en una situación intermedia de desarrollo que no está tan mal. Ahora, campos para mejorar hay muchos. Yo creo que se tiene que hacer mucho énfasis en la agricultura familiar que nos da comida fresca, buena para los niños y su desarrollo. Leyes que regulen la alimentación escolar, como es el caso de Guatemala, se tienen que hacer, pero eso no va a resolver el problema de fondo. El problema de fondo es cómo la familia percibe su alimentación,