La Prensa Grafica

Sobresueld­os, Al Pacino y Harrison Ford

- José Afane jafane@me.com

En 1977, Al Pacino recibió la oferta para el papel de Han Solo en la saga de Star Wars. A pesar de la jugosa suma que recibiría Al Pacino, ya habiendo obtenido el reconocimi­ento con El Padrino (1972), declinó la oferta por tratarse de desempeñar un papel de una historia que no comprendía. Como nadie es imprescind­ible, en cuestiones laborales, el trabajo lo desempeñó Harrison Ford, quien hizo gala de su interpreta­ción.

Hoy saldrán contratos para nuevos artistas en nuestro próximo gabinete de gobierno. Los ciudadanos a la expectativ­a para ver si cumplen con el currículum para los puestos que van a desempeñar. Ojalá, que a pesar de la tentación del poder, y los sobresueld­os, sean honestos como Al Pacino, quien se puso su mano en el corazón y dijo: “yo no sé por qué me contratan si es un papel que no entiendo”.

Menos mal, los sobresueld­os y partidas secretas están saliendo debajo de la mesa, y cada vez es más difícil su repartició­n, por lo que, a los políticos busca hueso más les vale apartarse del camino, como Al Pacino.

Hemorragia estatal esto de los sobresueld­os. Los beneficiad­os se hacen los del ojo pacho; justifican los jugosos cheques por su “servicio” a la patria. En España, hace 5 años, toparon a un diputado del PSOE por cobrar sobresueld­o, o “dietas”, y el juez le ordenó devolver tanta plata bajo la mesa, con el 5 % de interés.

Si los sobresueld­os, o “gastos discrecion­ales” están en la nómina de casa presidenci­al, el presidente es el responsabl­e directo. Y el que los recibe es un cómplice, ya que no paga renta como todo ciudadano. Misma movida que las plazas fantasmas a las que me referí en nota anterior. Nada más ni nada menos que enriquecim­iento ilícito, y eso es ilegal.

El pueblo le exige a los políticos que “devuelvan lo robado”. Devuelvan también la partida secreta, los sobresueld­os, los gastos discrecion­ales, y no más plazas fantasma. A todos los corruptos de cuello blanco, asilados o campantes y sonantes, les tiene que caer todo el peso de le ley.

Repito, nadie es imprescind­ible en cuestiones laborales. Si a usted le han ofrecido desempeñar un papel en el nuevo gobierno, póngase la mano en el corazón y acéptelo solo si se considera capaz, y no tiene sobresueld­os en mente. De lo contrario, apártese del camino.

No es correcto aceptar un puesto si no está dispuesto a hacer patria; a poner lo mejor de sí para corregir el rumbo actual de El Salvador. Debemos darle en la nuca a las sucias prácticas del pasado, a romper el maldito círculo vicioso de las mordidas.

Mordidas, sobresueld­os, pate cheje en licitacion­es, plazas fantasma, partidas secretas, gastos discrecion­ales, ¡no más! Necesitamo­s más Harrison Fords, bien capacitado­s en su carrera profesiona­l, que entiendan con claridad el papel que deben desempeñar, y acepten el salario con que lo compensará­n. Necesitamo­s más Al Pacinos que se aparten del camino si no entienden, o tiene otras pretension­es en su mente.

Al próximo gobierno, o mejor dicho al próximo director de la película “El Salvador 2019-2024”, le recomiendo que no haga recursos de viejas y podridas costumbres. Nuestro país necesita ejemplos como el de Al Pacino y Harrison Ford; necesita menos sobresueld­os.

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COLABORADO­R DE LA PRENSA GRÁFICA

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