Sobresueldos, Al Pacino y Harrison Ford
En 1977, Al Pacino recibió la oferta para el papel de Han Solo en la saga de Star Wars. A pesar de la jugosa suma que recibiría Al Pacino, ya habiendo obtenido el reconocimiento con El Padrino (1972), declinó la oferta por tratarse de desempeñar un papel de una historia que no comprendía. Como nadie es imprescindible, en cuestiones laborales, el trabajo lo desempeñó Harrison Ford, quien hizo gala de su interpretación.
Hoy saldrán contratos para nuevos artistas en nuestro próximo gabinete de gobierno. Los ciudadanos a la expectativa para ver si cumplen con el currículum para los puestos que van a desempeñar. Ojalá, que a pesar de la tentación del poder, y los sobresueldos, sean honestos como Al Pacino, quien se puso su mano en el corazón y dijo: “yo no sé por qué me contratan si es un papel que no entiendo”.
Menos mal, los sobresueldos y partidas secretas están saliendo debajo de la mesa, y cada vez es más difícil su repartición, por lo que, a los políticos busca hueso más les vale apartarse del camino, como Al Pacino.
Hemorragia estatal esto de los sobresueldos. Los beneficiados se hacen los del ojo pacho; justifican los jugosos cheques por su “servicio” a la patria. En España, hace 5 años, toparon a un diputado del PSOE por cobrar sobresueldo, o “dietas”, y el juez le ordenó devolver tanta plata bajo la mesa, con el 5 % de interés.
Si los sobresueldos, o “gastos discrecionales” están en la nómina de casa presidencial, el presidente es el responsable directo. Y el que los recibe es un cómplice, ya que no paga renta como todo ciudadano. Misma movida que las plazas fantasmas a las que me referí en nota anterior. Nada más ni nada menos que enriquecimiento ilícito, y eso es ilegal.
El pueblo le exige a los políticos que “devuelvan lo robado”. Devuelvan también la partida secreta, los sobresueldos, los gastos discrecionales, y no más plazas fantasma. A todos los corruptos de cuello blanco, asilados o campantes y sonantes, les tiene que caer todo el peso de le ley.
Repito, nadie es imprescindible en cuestiones laborales. Si a usted le han ofrecido desempeñar un papel en el nuevo gobierno, póngase la mano en el corazón y acéptelo solo si se considera capaz, y no tiene sobresueldos en mente. De lo contrario, apártese del camino.
No es correcto aceptar un puesto si no está dispuesto a hacer patria; a poner lo mejor de sí para corregir el rumbo actual de El Salvador. Debemos darle en la nuca a las sucias prácticas del pasado, a romper el maldito círculo vicioso de las mordidas.
Mordidas, sobresueldos, pate cheje en licitaciones, plazas fantasma, partidas secretas, gastos discrecionales, ¡no más! Necesitamos más Harrison Fords, bien capacitados en su carrera profesional, que entiendan con claridad el papel que deben desempeñar, y acepten el salario con que lo compensarán. Necesitamos más Al Pacinos que se aparten del camino si no entienden, o tiene otras pretensiones en su mente.
Al próximo gobierno, o mejor dicho al próximo director de la película “El Salvador 2019-2024”, le recomiendo que no haga recursos de viejas y podridas costumbres. Nuestro país necesita ejemplos como el de Al Pacino y Harrison Ford; necesita menos sobresueldos.