Los “youtubers” se tomaron el escenario
Hablaron creadores de contenido originarios de Guatemala, Colombia y El Salvador.
Un panel formado por Botonet (Colombia), Brayan Mantilla (Colombia), Yiyi Sosa (Guatemala), Crocker (El Salvador), Andrés Díaz (El Salvador) y Érick Rodas (El Salvador) conversó sobre cómo los “youtubers” viven su ocupación, hacen frente a las críticas y asumen la responsabilidad de ser referentes con lo que publican.
A ellos les fue consultado sobre el enfoque de su trabajo y cómo enfrentan los comentarios negativos.
Brayan Mantilla recordó la ocasión en que conoció el caso de una niña con cáncer que sentía un alivio en su vida gracias a su humor. Reconoció que hay trabajo con marcas que les dejan ganancias, pero sostiene que también cuentan con un propósito social.
Yiyi es una joven que tiene entre su público una mayoría de mujeres mayores de 18 años, algo que atribuye a que toca distintos temas: desde técnicas de maquillaje hasta el empoderamiento de la mujer.
Considera que su vida fue marcada por una joven que le escribió luego de tratar el tema de la violencia contra la mujer y las relaciones sexuales no consensuadas. “Unos días después me escribieron dándome las gracias porque con eso (ella) se dio cuenta que en realidad había sido violada. Se puede cambiar la vida de una persona”, dijo Yiyi sobre el alcance positivo de un “influencer”.
“Cada término debe ser pensado, hacer depuración porque niños y jóvenes te ven, también personas con problemas familiares o con depresión. Por eso crear contenido es una gran responsabilidad”, dijo el salvadoreño Crocker.
Ellos también comentaron sobre cómo reciben las críticas y los ataques, el lado oscuro de una ocupación que los expone al público constantemente.
“Al empezar recibía muchos comentarios de odio, me daban miedo. Eso ha bajado, pero siguen existiendo”, dijo Botonet. Para Brayan Mantilla la solución está en reírse de uno mismo. “Ese es el escudo perfecto”, mencionó el joven, quien lamentó que los mensajes con insultos incluso llegaron hasta su novia.
Otros panelistas coincidieron en decir que algunas críticas se diluyen al responder amablemente y que también hay que estar atento a lo que se puede aprender cuando se señalan errores.
“Ante las noticias falsas existe la responsabilidad de informar o desinformar. Hay que darse cuenta y decidir que no comparto algo porque es falso”.