Pequeños agricultores diversifican sus cultivos
Proyecto agroforestal, además de garantizar y mejorar la seguridad alimentaria, busca proteger y preservar la calidad de tierras.
Desde hace unos años la parcela en la que Eliseo Cruz, un pequeño agricultor de Salcoatitán, en Sonsonate, realiza sus siembras pasó de ser un cafetal abandonado a un terreno donde árboles de naranja, mandarina y limón pérsico comparten tierra fértil con maizales y frijolares. Cruz diversificó sus cultivos y pasó de producir maíz y frijol a cultivar cítricos, legumbres y verduras, e incluso ahora está cosechando jícamas en una zona donde antes nadie pensaba que este fruto podría producirse en tierras del caserío Plan del Pozo.
Ahora este pequeño agricultor se ha consolidado con la diversificación, lo que le ha permitido obtener la seguridad alimentaria de su familia e ingresos extras con el sobrante de sus cosechas.
Cruz es parte de un proyecto agroforestal que promueve la diversificación de los cultivos, pero que también busca la protección y preservación de la tierra en la reserva de biosfera Apaneca-ilamatepec, que ejecuta la Fundación Promotora de Cooperativas (FUNPROCOOP) con recursos del Fondo de la Iniciativa para las Américas (FIAES).
A través de este proyecto, Cruz y otros pequeños
PROYECTO ESTÁ DISEÑADO PARA DOS FASES A INTERVENIR 200 HECTÁREAS PARA ATENDER A 300 PRODUCTORES DE DIFERENTES SISTEMAS AGROFORESTALES. SE HAN ENTREGADO 14,000 ÁRBOLES DE CACAO Y FRUTALES.
agricultores de Salcoatitán han recibido apoyo técnico y recursos para la protección de los suelos, sembrando árboles frutales y maderables, logrando mantener en buen estado sus tierras, traduciéndose en cosechas de distintos productos durante todo el año.
“Optamos por trabajar con cítricos y frutales y sembrar granos básicos y otra clase de cultivos. Aquí nos beneficiamos sembrando de todo, porque con solo una cosa no sacamos el beneficio que la tierra da. Estamos aprovechando esto tratando que haya un poco de cada cosa”, dice.
El agricultor sostiene que otro de los beneficios obtenidos con el proyecto es la preservación y el uso de semillas criollas, que les brindan un mayor y mejor rendimiento en sus cosechas y les han permitido compartir las semillas originales.
Héctor Guevara, coordinador del proyecto de FUNPROCOOP, afirma que atienden a 300 pequeños agricultores de los municipios de Salcoatitán, Nahuizalco e Izalco, en Sonsonate, que abarca un total de 200 hectáreas de tierra agrícola.
Además del cultivo de granos básicos, los pequeños agricultores también se dedican al cultivo de café y cacao. También se busca eliminar prácticas perjudiciales.