Mejorar diagnóstico de asma, evitaría impacto en calidad de vida
de las cuales cerca de 250,000 mueren cada año por esta causa.
Estadísticas del sector salud de México indican que el 7 % de la población mexicana se ve afectado por problemas de asma. Este padecimiento tiene causas principalmente genéticas, explicó Yance Valenzuela, y si la mamá tiene asma, rinitis o dermatitis su hijo tiene 40 % de probabilidades de padecer asma; mientras que si el asmático es el papá, la probabilidad se reduce a 20 %.
Sin embargo, existen algunos otros factores que pueden desencadenar el padecimiento en los menores.
Entre ellos están el tabaquismo pasivo, la contaminación, el uso de muñecos de peluche en edades tempranas, tener alfombras en las habitaciones, el uso de aerosoles o inciensos en casa.
Desafortunadamente, explicó la doctora adscrita al Servicio de Neumología Pediátrica del Hospital Star Médica Infantil Privado, que muchas veces los pacientes son mal diagnosticados, pues el asma puede con alergias.
Del mismo modo, señaló que cinco de cada 10 niños con asma de edad escolar no están bien controlados a pesar de que reciben corticoides inhalados o medicamentos de acción prolongada.
Es por ello que la especialista alertó sobre la importancia no solo del diagnóstico oportuno, sino también del confundirse tratamiento farmacológico adecuado, el cual puede mejorar la calidad y expectativas de vida de los pacientes.
Un buen tratamiento, aseveró, no solo es el que controla las manifestaciones clínicas de la enfermedad, la estabilidad funcional y reduce la utilización de medicamentos de rescate frente a las crisis, “sino el que también prevé recaídas futuras”.
En México existe un broncodilatador anticolinérgico de acción prolongada que reduce el riesgo de exacerbaciones y mejora la calidad de vida.
Sin embargo, resaltó que uno de los puntos importantes es la educación en los pacientes y sus familiares para que conozcan todo sobre el asma, que eviten la automedicación o remedios mágicos que pueden comprometer su salud y bienestar.
Explicó que este padecimiento no es curable. Por ello es importante mantenerlo bajo control, aunque admitió que en lugares donde el clima es húmedo o existe contaminación, el tratamiento resulta un poco complicado.