La problemática del plástico
El plástico es importante en nuestra sociedad, la cantidad de artículos que se producen crece exponencialmente, gracias a la comodidad que ofrece su alta versatilidad, disponibilidad y bajo costo, pero al igual que el vino, unas copas puede ser agradable, pero ya muchas puede ocasionar problemas.
Cada año se produce 450 millones de toneladas de plástico, 200 millones se utilizan para artículos como pajillas que se usan 5 minutos, vasitos térmicos por 10 minutos, platos y cubiertos desechables por 20 minutos, durapax para transportar alimentos por 3 o 4 horas, la bolsa para llevar compras una vez y entregar la basura otra vez. Estos artículos ciertamente ofrecen comodidad por algunos minutos u horas, pero van a permanecer en el ambiente 500 años ocasionando problemas.
Cada año entregamos al ambiente 200 millones de toneladas que casi inmediatamente se convierten en basura, luego se producen 250 millones de toneladas de artículos duraderos como mesas o sillas de plástico, cubiertas de computadoras, televisores o refrigeradores, piezas de vehículos, suelas de zapatos y de la mayoría de artículos existentes probablemente haya variedades de plástico. Esto muestra de nuevo la comodidad del plástico, pero hay que recordar que en pocos años estos artículos se vuelven inservibles y habrá que botarlos, quedando el plástico en el ambiente 5 siglos ocasionando problemas. Juntando los productos desechables que se tiran pronto con los duraderos que se tiran luego, estaremos agregando al ambiente cada año 450 millones de toneladas de basura plástica, lo que equivale a más de 2 libras cada semana por cada habitante del planeta.
Buena parte de la basura plástica termina en el océano. En 2014 había una libra de plástico por 5 libras de peces y para mediados de siglo habrá más masa de plástico que de peces. Muchas empresas dicen que sus plásticos son biodegradables, pero en realidad muchos de esos plásticos no se degradan, sino que se deshacen y terminan como micropartículas o polvo plástico en los cuerpos de agua. Los peces consumen plancton con plástico y el ser humano consume pescados con plástico. Cada semana el ser humano promedio en el mundo consume en plástico el equivalente de una tarjeta de crédito, siendo el agua potable el principal agente transmisor, seguido de alimentos terrestres, marinos y de agua dulce.
Además de problemas que se ven como ballenas muertas con plástico en el estómago, otro problema es que al plástico le agregan aditivos tóxicos como bisfenol A (BPA) para mejorar sus características. El BPA es responsable de perturbar glándulas que producen hormonas, regulan el metabolismo, el crecimiento y el sueño, genera anomalías neuro-conductuales, daña el sistema inmunológico y reproductivo, el sistema nervioso central y periférico, el hígado y los riñones, ocasiona defectos de nacimiento, cáncer, infertilidad masculina y asma. Estos plásticos con químicos tóxicos se utilizan para fabricar productos de consumo, juguetes para niñas y niños y envases para alimentos.
La industria del plástico dice que el problema se resuelve reciclando el plástico, pero la realidad del caso es que apenas se recicla 8 % del plástico del planeta y cuando los plásticos se reciclan también se reciclan estos aditivos tóxicos. Además, la liberación de tóxicos y gases de efecto invernadero no es un problema que ocurre solo en la etapa última de vida del plástico, sino que durante todas las etapas de producción y vida del plástico, comenzando con la extracción de fósiles para producirlo, que genera gases de efecto invernadero, luego el refinado de las materias primas y el transporte, de hecho un 80 % del impacto ambiental se da durante la producción y distribución del plástico un 20 % en el manejo del desecho.
La solución al problema del plástico no está en reciclar, sino en reducir drásticamente su producción y esto se facilita porque 40 % de la producción es de artículos innecesarios. Podemos utilizar bolsas de manta, tasas, platos y cubiertos durables y no usar pajillas. Además, debemos exigir que no se usen tóxicos en su producción, de hecho, algunas industrias ponen en sus botellas plásticas: “BPA free”.