John Bolton amenaza a quienes violen sanciones a Venezuela
El gobierno de Venezuela calificó las medidas de “grave agresión”
EN LA ONU
EL EMBAJADOR PERMANENTE DE VENEZUELA ANTE LA ONU, SAMUEL MONCADA, DENUNCIÓ COMO “TERRORISMO ECONÓMICO” LAS NUEVAS SANCIONES CONTRA SU PAÍS Y CONTRA LOS BIENES ESTATALES, UNA “FASE MÁS ALTA Y AGUDA” EN “UNA CAMPAÑA DE AGRESIÓN”.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, dijo ayer durante su participación en la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela que se desarrolla en la capital peruana que los gobiernos y empresas que hagan negocios con Venezuela enfrentan represalias bajo las nuevas sanciones aplicadas por Washington al gobierno de Nicolás Maduro.
En su respuesta, el gobierno venezolano calificó las medidas de “grave agresión”, que busca el “fracaso del diálogo político” en el país sudamericano.
La Casa Blanca congeló el lunes todos los activos del gobierno venezolano, en un significativo recrudecimiento de las tensiones con Maduro que coloca a su gobierno socialista en una lista de adversarios de Washington –Cuba, Corea del Norte, Siria e Irán– que han sido blancos de sanciones agresivas.
“Ahora Venezuela es miembro de este club exclusivo de estados forajidos”, dijo Bolton en Lima, en la conferencia de medio centenar de naciones alineadas contra Maduro.
LA PRIMERA EN LOS 2000
La medida, que además prohíbe a empresas e individuos hacer negocios con el gobierno de Venezuela, es la primera de su tipo en el Hemisferio Occidental en más de tres décadas, luego de una congelación de activos contra el gobierno del general Manuel Noriega en Panamá y un embargo comercial al liderazgo sandinista en Nicaragua en la década de 1980.
“Enviamos una señal a terceros que quieran hacer negocios con el régimen de Maduro: procedan con extrema cautela”, dijo Bolton. “No tienen por qué arriesgar sus intereses comerciales con Estados Unidos para beneficiarse con un régimen corrupto y agonizante”.
El decreto de Trump fundamenta la decisión en la “prolongada usurpación del poder” por parte de Maduro y en los abusos a los derechos humanos por las fuerzas que le son leales.
Es probable que las medidas agraven las penurias en moribunda economía de Venezuela, que sufre una hiperinflación de seis dígitos y una profunda contracción que supera la de la Gran Depresión en Estados Unidos.
Sanciones anteriores contra la industria petrolera de Venezuela, la que genera casi todas las divisas por exportaciones del país, han acelerado una caída drástica en la producción de crudo, la cual comenzó con la elección de Maduro en 2013 tras la muerte de su mentor Hugo Chávez.
Más de 100 funcionarios y personas cercanas al gobierno han visto congelados sus activos en Estados Unidos y vetos a hacer negocios con estadounidenses. Como parte de la nueva orden ejecutiva, los estadounidenses tendrán prohibido participar en transacciones con cualquiera que se determine está apoyando a Maduro o a su gobierno. Los que respalden al mandatario venezolano tampoco podrán ingresar a Estados Unidos.
Se harán excepciones en los casos de envío de alimentos, medicinas y ropa. Las transacciones con el sector privado de Venezuela, el cual aún tiene un tamaño considerable, tampoco parecen verse afectadas. No estaba claro cómo afectaría el decreto a la petrolera estadounidense Chevron, que el mes pasado recibió una moratoria de tres meses del Tesoro estadounidenses para continuar sus prospecciones petrolíferas con la petrolera estatal PDVSA.
El secretario de Comercio de EUA, Wilbur Ross, fue el encargado de presentar ante la conferencia los planes de su país para “el día después”, temas que, según indicó Bolton en un encuentro con la prensa extranjera presente en Lima previo al inicio del foro, pasarían por reactivar la industria del petróleo.
No mencionó en ningún momento la posibilidad de recibir refugiados en su país, ni de financiar a los países que los acogen, como Colombia o Perú.