El fortalecimiento institucional debe ser uno de los puntos prioritarios en cualquier política de gobierno
EEL APEGO A LA CONSTITUCIONALIDAD ES BÁSICO SIEMPRE, PORQUE EN LA CONSTITUCIÓN ESTÁN LOS ESQUEMAS Y LOS LINEAMIENTOS PERMANENTES DEL FUNCIONAMIENTO INSTITUCIONAL EN TODOS LOS ÓRDENES.
l proceso salvadoreño se viene edificando en los tiempos más recientes con importantes iniciativas de mejoramiento en el ámbito de las instituciones públicas y a la vez teniendo que vencer a cada paso resistencias de alto voltaje por parte de las fuerzas, grupos e individuos que no se resignan a perder sus antiguas prerrogativas y a abandonar sus viejas y contaminadas prácticas. En tal sentido, y por el impulso renovador que es hoy tan visible en todas partes, y desde luego también en nuestro país, los roles de muchas instituciones van ganando terreno y ejerciendo autoridad como nunca antes, y muy en particular en aquellos ámbitos donde la defensa de la legalidad y la persecución de las acciones que la transgreden son la función primordial. Hablamos de entes como la Fiscalía General de la República, el Órgano Judicial y la Policía Nacional Civil en primera línea.
Los destapes sin precedentes que han evidenciado los procederes irregulares e ilegales en las más elevadas esferas del poder político, donde antes todo estaba cubierto por los espesos velos de la arbitrariedad impune, son ejemplos vivos de que hay avances significativos en la lucha contra la corrupción y la impunidad. Este es apenas el comienzo de la tarea fundamental, que consiste en asegurar que todo el aparato público y los que en él se mueven con distintos poderes y atribuciones estén regidos sin excepción ninguna por el imperio de la ley y por el comportamiento sano y responsable.
En vista de que estas luchas restauradoras hallan, como hemos señalado, múltiples escollos en el camino, en algunos países de nuestro entorno, como Guatemala y Honduras, se han creado entidades internacionales que contribuyan significativamente a poner orden en las conductas institucionales y a garantizar que dicho orden se haga cumplir en los hechos. Como no hay ningún modelo preestablecido, en Guatemala dicha entidad se organizó con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en Honduras con la asistencia de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Los resultados de tales entidades han sido variables en la práctica. Y de seguro habría que trabajar con mayor realismo y con más clara visión para que experimentos del estilo de los que están a la vista puedan funcionar en la medida y con los resultados requeridos.
Este tema es muy del momento entre nosotros, aquí en El Salvador, porque la cúpula del nuevo Gobierno anunció desde antes de la toma de posesión que habría en El Salvador una Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIES). Esto se ha seguido anunciando para dentro de muy poco, aunque aún no hay lineamientos explicativos de la composición, del apoyo y de las atribuciones pertinentes. Todo eso tendrá que verse y analizarse en su debido momento, a la luz de las normas constitucionales y del apego a la normalidad institucional. Como ha dicho el Fiscal General de la República, lo más importante es que las instituciones nacionales correspondientes se vean fortalecidas con este empeño.
El apego a la constitucionalidad es básico siempre, porque en la Constitución están los esquemas y los lineamientos permanentes del funcionamiento institucional en todos los órdenes. Y además hay que velar muy responsablemente con la coherencia y la consistencia de tal funcionamiento, por encima de cualquier impulso coyuntural del tipo que fuere.
Esperamos que en un tema como éste para llegar a definiciones concretas se dé un entendimiento de amplio alcance, porque sólo en esa forma se podría asegurar que los esfuerzos sean positivos de veras.