Las profundas raíces de la hostilidad de EUA hacia México
La antipatía contra lo hispano viene desde tan atrás como el siglo XVI.
La animadversión en Estados Unidos hacia los mexicanos e hispanos en general, como ha demostrado la masacre de hace dos semanas en El Paso (Texas), tiene profundas raíces en la historia del país y se remonta a la llegada de los primeros colonos ingleses a las costas del este de Norteamérica. “Desde la llegada de los colonos ingleses a la costa este de Estados Unidos (principios del siglo XVII) ya tenían un fuerte resentimiento hacia España y el catolicismo. Ese fuerte rencor se extendió luego hacia lo hispano y México”, explica a Efe el profesor Silvestre Villegas Revueltas, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.
Con la independencia de Estados Unidos de la corona inglesa en 1776 se diseñó desde Washington un plan estratégico de expansión y ocupación del resto del continente.
“México sufre dos sonrojantes derrotas en el enfrentamiento bélico con Estados Unidos: en 1836 y en 1848, cuando se firma el Tratado de Guadalupe Hidalgo por el que México pierde la mitad de su territorio, mientras que Estados Unidos se convierte en una potencia regional”, asegura el profesor Villegas.
Tras el Tratado de Guadalupe Hidalgo, los mexicanos de Texas y otros estados se convierten en ciudadanos con plenos derechos de Estados Unidos, pero la animadversión hacia ellos de los protestantes ingleses o alemanes se ha mantenido con un significativo componente racial.
México pierde en 1848 los territorios de los actuales estados de Nuevo México, Texas, Arizona, Utah, Colorado, Nevada y California, pero sus pobladores mexicanos se quedan ocupando las tierras mucho antes de que llegaran los anglosajones.