POLICÍA PRÓFUGO POR FEMINICIDIO DE CARLA AYALA VINCULADO A EXTERMINIO
Las autoridades detuvieron ayer a dos familiares del agente como parte de una red de sicarios que operaba en el oriente del país. El financista se comunicaba con “Samurái”.
El papá y el hermano del policía Juan Josué Castillo Arévalo, alias “Samurái”, prófugo por el feminicidio de la agente Carla Ayala, están entre los detenidos ayer acusados de cometer sicariato. Los tres parientes son vinculados a una supuesta estructura que se dedicaba a cometer homicidios en el oriente del país a cambio de dinero. El fiscal contra la impunidad, German Arriaza, dijo ayer por la madrugada, durante el operativo de captura en el municipio de San Francisco Javier (Usulután), que los parientes de “Samurái” son responsables de cometer homicidios como parte de la estructura de sicariato que se formó producto de un asocio entre policías de unidades élite y particulares.
Entre los implicados hay 14 miembros de la Policía Nacional Civil (PNC), quienes pertenecían a la Sección Táctica Operativa (STO) de San Miguel y Usulután, y otros fueron miembros del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP), fuerza élite a la que pertencía el agente “Samurái”.
Más tarde, el fiscal general, Raúl Melara, explicó que Juan José Castillo Castro y Joel Isaac Castillo Arévalo, padre y hermano de “Samurái” respectivamente, están acusados de cometer dos asesinatos dentro de los 48 homicidios, principalmente pandilleros y colaboradores de pandillas, que las autoridades adjudican a toda la estructura de sicariato.
“Como Fiscalía General de la República (FGR) queremos ser enfáticos, porque nadie va a estar por encima de la ley”, dijo el fiscal general durante la presentación de los detenidos.
La Policía aseguró que entre los detenidos también figura Juan Antonio Beltrán Granados, perfilado en las investigaciones fiscales como el financista de las ejecuciones extrajudiciales.
Beltrán Granados, según las autoridades, mantenía contacto directo con el policía acusado del feminicidio de la agente Carla Ayala; pero no aclararon el tipo de relación que existía entre ambos.
“Samurái” sigue prófugo desde aquel 29 de diciembre de 2017, cuando le disparó en la cabeza a la agente Carla Ayala cuando viajaban, junto con otros dos policías, a bordo de una patrulla del extinto GRP tras una fiesta de Fin de Año.
La Fiscalía consideró que la versión que contaron algunos testigos del crimen, todos agentes policiales, estaba llena de contradicciones porque les hizo creer que nadie fue capaz de capturar al principal a “Samurái”, a pesar de que regresó con la víctima a la sede del grupo policial élite y volvió a escapar en la misma patrulla para no volver a aparecer. Ya suma 21 meses prófugo.
Por ese encubrimiento, según la FGR, fueron acusados, en un primer momento, “Samurái” (en calidad de autor prófugo) y otros cuatro agentes. Meses después, las autoridades procedieron con una segunda etapa del proceso, en el que capturaron al exjefe del GRP, dos agentes más y dos civiles. Todos acusados de permitir que el presunto homicida huyera.
La audiencia preliminar contra los 14 procesados por por el caso, excepto “Samurái”, donde se decidirá si enfrentan el juicio está programada para este mes.
Como parte de ese proceso, un testigo le contó a los investigadores que algunos agentes del GRP iban a lanzar cadáveres clandestinamente a una zona del Bajo Lempa. Era una especie de cementerio clandestino utilizado por sicarios, entre ellos policías. Ayer, el ministro de Seguridad. Rogelio Rivas, dijo que no tenían información de esas fosas clandestinas. Agregó que el arresto de la estructura no está vinculado al caso de la agente Carla Ayala.