La Prensa Grafica

Pocos habitantes han vuelto al cantón Palo de Campana

- Juan Carlos Barahona departamen­tos@laprensagr­afica.com

De acuerdo con las familias que han regresado al cantón Palo de Campana, en el volcán de Santa Ana, la costumbre de vivir en el campo ha sido uno de los factores que influyó para que retornaran a la zona después de la erupción, a pesar de las carencias que padecen.

Hasta antes del 1 de octubre de 2005, el cantón Palo de Campana, en la zona más cercana del cráter del volcán Ilamatepec, en Santa Ana, en la jurisdicci­ón del municipio del mismo nombre, era habitado por más de 93 familias, según el censo de la alcaldía municipal. Pero aquella mañana, cuando el coloso despertó e hizo erupción, la mayoría de estas familias tuvo que salir expulsada como las rocas y cenizas que lanzó el Ilamatepec y tuvieron que dejar los hogares en los que habían habitado por mucho tiempo, para ser reubicadas en albergues temporales que luego se convirtier­on en asentamien­tos donde las familias recibieron sus parcelas y viviendas, donadas por la cooperació­n internacio­nal por gestión de la municipali­dad.

El cantón, ubicado a apenas 1.5 kilómetros del cráter, había quedado inhabilita­do y regresar constituía un riesgo para las vidas de los integrante­s de estas familias. Pasado el tiempo, y también la emergencia, el volcán volvió a su letargo y poco a poco las familias fueron regresando a su cantón, donde 14 años después muchas de las familias han decidido asentarse y volver a la normalidad de su vida.

Mayra Celina Martínez es una de las jefas de hogar que decidió regresar al lugar que la vio nacer, y junto a sus hijos, primas y sobrinos, pasa sus días en el cantón, donde asegura todo permanece en calma y la falta de habitantes es notoria.

“Antes habían más familias, la mayor parte del cantón estaba poblada, ahora es menos, antes era mejor para todo, pues si hasta para hacer venta, ahora es menos lo que se vende porque no hay muchas personas”, dice Martínez, quien posee una pequeña tienda en la vivienda donde reside.

Al igual que otros grupos familiares, la familia de Martínez permaneció albergada en Santa Ana y también recibió una vivienda de las que dieron en donación, sin embargo asegura que la vida en el cantón, pese a las limitantes en comodidade­s, es mejor que la de la ciudad, donde se cuenta con los servicios básicos, pero si no hay efectivo no hay qué comer.

“Nosotros tenemos una casita en Santa Ana, pero la vida de allá casi no me gusta, allá se requiere más dinero, aquí uno cosecha algo y lo cuida y se tiene para comer,

SIN SERVICIOS BÁSICOS Y CON ACCESOS EN MAL ESTADO PARA SUBIR HASTA LA COMUNIDAD, EL CANTÓN PALO DE CAMPANA AÚN NO VUELVE A SER UN BUEN LUGAR PARA QUE LAS FAMILIAS REGRESEN.

allá hay que tener el dinero para comprar, aquí uno tiene sus animales, si uno quiere los prepara y ya hay comidita”, indicó.

Y es que en este cantón los servicios básicos tampoco han llegado, se carece del servicio de energía eléctrica y las familias que se regresaron a asentar de nuevo, se abastecen de agua a través de sistemas de captación de aguas lluvias, pero la falta de habitantes del cantón no solo afecta a los pequeños negocios como el de Martínez, sino también a la producción agrícola, ya que las manos para trabajar en las fincas del sector han disminuido desde la erupción.

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Hogar. Miércoles 2 de octubre de 2019
 ??  ?? Sin electricid­ad. Las hermanas Celia del Carmen y Liliana Elizabeth Ramírez deben hacer uso de una antigua plancha de carbón para poder planchar su ropa. En el cantón Palo de Campana no se cuenta con servicio de energía eléctrica.
Sin electricid­ad. Las hermanas Celia del Carmen y Liliana Elizabeth Ramírez deben hacer uso de una antigua plancha de carbón para poder planchar su ropa. En el cantón Palo de Campana no se cuenta con servicio de energía eléctrica.
 ??  ?? Sin uso. La antigua parroquia católica del cantón Palo de Campana luce abandonada entre maizales y matorrales.
Sin uso. La antigua parroquia católica del cantón Palo de Campana luce abandonada entre maizales y matorrales.

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