La historia de Jaime ha tocado corazones
La ayuda para el estudiante que a diario gatea durante dos horas para ir a estudiar no se ha hecho esperar.
La historia del estudiante Jaime Osmín Pérez Luna, de 16 años, quien a diario debe gatear más de dos kilómetros para asistir a su centro escolar en el caserío El Colón, del cantón Agua Blanca, en Cacaopera, Morazán, publicada ayer en este periódico, ha tocado los corazones de decenas de personas tanto en el país como en el extranjero quienes han manifestado su deseo de ayudar al adolescente.
A través de llamadas telefónicas las personas se comunicaron a la redacción del periódico o directamente con la familia de Jaime para ofrecerle además de una silla eléctrica, que era una de sus principales necesidades para su movilización, alimentos y ropa, que también requieren él y sus hermanos. Jueves 3 de octubre de 2019
Incluso, funcionarios de gobierno atendieron el llamado de ayuda que hizo el estudiante. La ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, visitó ayer a Jaime en su vivienda y prometió coordinar con otras instituciones como el Ministerio de Obras Públicas la reparación de las calles del cantón, la infraestructura del centro escolar y una batería para una silla eléctrica que Jaime tiene.
También la ministra de Desarrollo Local, María Ofelia Navarrete de Dubón, conocida como María Chichilco, publicó en su cuenta de Twitter que tras conocer el caso del estudiante se comunicó con su madre para darles su apoyo.
Jaime es un adolescente a quien a los tres meses de nacido le diagnosticaron parálisis cerebral, lo que provoca que no tenga fuerza en sus piernas y no pueda mantener el equilibrio, por lo que debe de gatear para desplazarse.
Sin embargo, a pesar de su padecimiento, el adolescente aspira a su superación personal, por lo que todos hace un recorrido de más de dos kilómetros gateando para ir a estudiar. Se demora una hora para llegar a la escuela.
Jaime cursa segundo grado en el Centro Escolar Colón. Su día comienza a las 5:30 de la mañana cuando se despierta y se alista para ir a estudiar. El adolescente sale de su casa a las 6:15, ya que a las 7:15 de la mañana cierran el portón de la escuela.