La red de América Latina que evitó la práctica de 15,829 abortos
Los Centros de Ayuda para la Mujer funcionan en 19 países, incluido El Salvador. Dan alternativas a mujeres con embarazos inesperados.
Desde hace 23 años la Red de Centros de Ayuda para la Mujer brindan apoyo a aquellas salvadoreñas que lo requieren luego de quedar embarazadas de una manera inesperada. Comenzaron su labor en la Ciudad de México aunque con el paso del tiempo cruzaron fronteras para atender a mujeres que por diversas circunstancias han tenido como una opción realizarse un aborto, pero que con su ayuda han optado por dar a luz.
El doctor Miguel Ángel Salazar Vargas, asesor médico del Centro de Ayuda para la Mujer Latinoamericana, manifestó que son diversas las herramientas que se dotan a las mujeres para que puedan sobrellevar sus embarazos a pesar de las crisis que estos puedan significar.
“Un embarazo inesperado no necesariamente tiene que se producto de un acto violento. En muchas ocasiones es inesperado porque la mujer no tiene las condiciones económicas para poder mantener al bebé o porque por la
“Después de aproximadamente 14 horas de la fecundación del óvulo ya hay vida humana, algo que según las organizaciones que luchan por la despenalización del aborto a nivel internacional tratan de convencer que no es así. Es ilógico que de la vida humana no salga vida humana”
MIGUEL SALAZAR VARGAS, ASESOR MÉDICO DE RED DE CENTROS DE AYUDA PARA LA MUJER LATINOAMERICANA
edad y la cantidad de hijos no estaba dentro de los planes”, señaló Salazar Vargas, quien ha impartido algunos seminarios en El Salvador.
Según dijo, en los Centros de Ayuda para la Mujer, instaurados en más de 22 países, en el 2018 atendieron a 15,829 mujeres que tuvieron, en algún momento, la intención de abortar, pero que luego de entrar en las centros cambiaron de opinión.
A ellas, menciona se les brindó un acompañamiento emocional “por sobretodo” además de hacer ver que existen diversas alternativas para continuar con el embarazo, así como se les capacita para poder ser económicamente activas por medio del autoempleo, es decir creación de productos, o dotándoles de un empleo.
“El dar en adopción no es la única alternativa que se presenta o se plantea. Es más, la gran mayoría de las mujeres a las que nosotros atendemos en las casas de atención deciden cuidar de sus hijos y no pasa por su mente darlos en adopción. Y es que el vínculo que se crea entre las madres y sus bebés es demasiado grande y fuerte”, manifiesta el médico.
Las estadísticas de la red, a nivel latinoamericano, muestran que la edad o el estado civil no son condicionamientos excluyentes para que las mujeres puedan recibir apoyo.
En cuanto a la edad, el 35 por ciento de las mujeres asistidas en las casas de atención oscilaron entre los 20 y 25 años, mientras que el 21 % entre los 15 y 19 y el 20 % entre los 26 a 30.
Mientras que en cuanto al estado civil fueron las solteras (9,126) las que más acudieron, seguido de mujeres casada (2,523) y en un tercer lugar las que se encontraban en unión libre (1,975).
Según Salazar Vargas, una de las mitificaciones de las organizaciones que promueven la despenalización del aborto es que no hay secuelas y que lo que se forma en el vientre no es vida humana sino hasta después de las 12 semanas.
“Es una mentira. Después de aproximadamente 14 horas de la relación sexual se da la fecundación del óvulo y con ello ya hay vida humana, algo que según las organizaciones que luchan por la despenalización del aborto a nivel internacional tratan de convencer que no es así. Es ilógico que de la vida humana no salga vida humana”, mencionó.
Para el médico el aborto no solo es cortar una vida sino también es atentar contra la vida de la madre. “Lo que también es cierto es que se atenta contra la vida de la mujer al realizar un procedimiento abortivo y este siempre deja secuelas en el cuerpo y en lo emocional”, dijo. Son grupos que están manipulados por organismos internacionales. ¿Cuál es su finalidad? Reducir la tasa de población en los países en vías de desarrollo, los cuales, son una amenaza para los países que piensan que los recursos naturales, la cultura, la mano de obra, debe ser para algunos muy pocos. Esta grave injusticia tiene su aplicacion práctica a través de la promoción del aborto. También se persigue implantar la cultura de muerte y el desprecio a la vida. Nos ha costado mucho a la sociedad mexicana, particularmente a la sociedad de la Ciudad de México, pues estamos viviendo una tragedia porque los pretextos que se usaron para despenalizar el aborto, embarazo por una violación, por aspectos de salud de la madre y las malformaciones en los bebés, llevó a que en el 2007 se llevara a cabo la práctica del aborto sin la pena que le corresponde. Es decir, el aborto sigue siendo un delito, pero se le quita la pena a toda mujer que tome la decisión de abortar antes de la semana 12 de la gestación o por las situaciones anteriores, algo que cae en el absurdo. Lo que hizo el aborto legal es legalizar la clandestinidad de las clínicas. Desgraciadamente los Gobernantes en la Ciudad de México lo que hicieron fue no darle alternativas a las mujeres que tienen una problemática determinada y en lugar de apoyarla para que la pueda resolver y atender de una manera integral lo único que le ofrecieron fue acabar con la vida de su hijo, asesinar al bebé dentro de su vientre aun y cuando habían muchas más alternativas. Se quitó la pena, pero no es legal. Lo que pasa es que se difunde esa idea para creer que es bueno cuando no lo es.