Testigo revela que una célula MS-13 obtenía $30,000 mensuales
El testigo dijo que la cantidad era producto de la venta y compra de droga y armas en El Salvador y Guatemala.
Unos $30,000 mensuales recogía la clica Acajutla Locos de la Mara Salvatrucha (MS-13) como producto de la venta de droga y armas en Guatemala y El Salvador. Esas fueron las declaraciones que dio ayer Noé, el principal testigo contra 425 pandilleros que ventila el Juzgado Especializado de Sentencia A de San Salvador. El juicio contra los miembros de la MS-13, entre ellos 17 cabecillas históricos de la agrupación, continuó ayer por la mañana tras que la recuperación del testigo de una faringitis aguda.
La evaluación médica, leída por el juez Godofredo Salazar Torres, dejó entrever que Noé, a pesar de tener algunos síntomas, podía continuar aportando su testimonio en la vista pública.
Noé detalló que la célula de la pandilla que opera
“Iban en lanchas a buscar droga en el mar y a Guatemala a comprar armas” NOÉ, TESTIGO CRITERIADO
en el occidente del país, Acajutla Locos, utilizaba lanchas propias y embarcaciones alquiladas para interceptar droga en el océano Pacífico para luego venderla dentro del territorio nacional y también en Guatemala.
En ese país vecino, de acuerdo con el testigo, el pandillero identificado únicamente con el alias de “Boxer”, también compraba armas para la clica de la MS-13 .
Boxer era el designado para esa tarea por la célula, bajo el mandato del pandillero alias “Wizard”, pues tenía el control de las calles.
“Eran más de $30,000 los ingresos mensuales de la clica en promedio, utilizados para financiar la estructura dentro y fuera del penal entre el 2007 al 2016”, dijo Noé. Fue en 2016, aclaró el testigo con criterio de oportunidad, cuando dejó de pertenecer a la MS-13; por lo que no puede asegurar si la actividad delictiva de sus compañeros continúa hasta este 2019.
La pandilla, según Noé, debía mantener el control del territorio y evitar que personas armadas y ajenas a la estructura entrara a su espacio para “medir milimétricamente” cada zona; sobre todo, a sus rivales del Barrio 18, detalló.
En el penal de Apanteos, el dinero era depositado por familiares de los pandilleros, a través del Ministerio de Gobernación, para realizar compras dentro del centro penitenciario en las tiendas penitenciarias.
“Tenían que pagar en Gobernación hasta $50 y $70 mensuales para cada reo de la pandilla”, dijo.
Y fuera del centro penal, ese dinero servía para abastecer a la célula con las herramientas “necesarias” para la sobrevivencia de la pandilla en el territorio, como armamento, lanchas, cabezales, gasolina para las lanchas y alquiler de embarcaciones.
Los cabezales, según Noé, eran utilizados por los miembros de la estructura para transportar electrodomésticos, vehículos de importación y bicicletas en negocios firmados en contrato entre la clica Acajutla Locos de la MS-13 y diversas empresas. Con las lanchas, mantenían el negocio de la droga con incorporación a la pesca.
La MS-13, sin embargo, también destinaba cierta cantidad de las ganancias por la venta de droga y armas para pagar a los abogados que representaban a sus miembros en casos judiciales.
La fiscal del caso detalló que “él (Noé) ha explicado que existen diferentes líneas que son las que dirigen la organización, entre ellas la línea legal, que se toca la contratación de abogados y manifestó quienes se encargaban de hacer esas contrataciones”.
GANANCIAS POR EXTORSIÓN
Otra de las células mencionadas por Noé que también opera en el occidente del país, pero en el departamento de Ahuachapán, fue la de Pasadena Locos de la MS-13. Esa clica de la pandilla, de acuerdo con las estimaciones del testigo, recogía entre $1,500 a $2,500 mensuales de las extorsiones a los habitantes de la zona.
Del total, el fundador de la clica, identificado por Noé únicamente como “Bad Boy de Pasadena” obtenía una bonificación mensual entre $500 y $1,000. Además, reciben órdenes desde Pasadena, California, Estados Unidos, donde surgió la célula.