Salvadoreños rinden tributo a sus difuntos
Ayer cientos de capitalinos llegaron a los siete cementerios ubicados en San Salvador para rendir un homenaje y acompañas a sus difuntos
Aún lo extraño y, a veces, lo veo en mis sueños, pero no puedo tocarlo. No puedo dejar de quererlo”, dice Josefa Aminta Ramírez, de 69 años, al recordar a su esposo José Miguel Mariano, que falleció hace 14 años. Ramírez fue uno de los cientos de capitalinos que ayer llegaron hasta el cementerio La Bermeja para realizar un pequeño homenaje a sus familiares o amigos que ya se encuentran enterrados en este camposanto.
“Es un día muy especial, muy bonito. Venimos todos como familia a honrar a nuestros familiares que ya se nos han adelantado y nos esperan en el más allá”, dijo, por su parte, Mario Ernesto Tomasino, que llegó a este cementerio municipal junto a sus tres hijos y esposa procedente de la colonia Zacamil.
Muchos de los visitantes a este camposanto llegaron desde tempranas horas del sábado para ser de los primeros en poder adornar las tumbas donde se encuentran sus seres queridos.
“Nosotros venimos desde Apopa, pero pasamos
“Es un día en que nos reunimos, como familia, para recordar y honrar a los que ya se nos adelantaron.” NELSON QUINTEROS, VISITANTE DE LA BERMEJA.
“Sentimos que esta es parte de una tradición muy bonita, muy arraigada de nuestros pueblos.” CÉSAR CASTILLO, VISITANTE DE LA BERMEJA.
por mis tíos y mis primos; es una de las pocas veces al año en que nos vemos y reunimos como familia, quizá ni en Navidad lo logramos hacer” manifestó Rosa Guadalupe López.
En este lugar, al igual que en otros cuatro cementerios municipales, la música de mariachis no faltó con melodías como “El Reloj”, “Amor Eterno”, “Cien Años” y “La Barca”. Las canciones hicieron recordar y sacar más de una lágrima a los asistentes de los cementerios.
“Mi papá siempre fue amante de los boleros, le gustaban mucho. Los domingos sacaba sus discos de vinil y los ponía mientras trabajaba en arreglar las cosas de la casa; realmente extrañamos mucho al viejo”, dijo Marcelo Agustín Melara, quien visitaba el cementerio.
Mientras que, en las afueras de los camposantos, los vendedores tapizaban las aceras con flores de diferentes colores y otros adornos que eran utilizados para embellecer las tumbas.
“Hay flores de diferentes precios desde $1 hasta $10, aquí nos adaptamos al bolsillo y gusto de los clientes” explicó Jacquelin Gloribel Katan.
La vendedora informal explicó que las ventas, hasta ayer al mediodía, eran bastante bajas para las expectativas creadas días antes del 2 de noviembre.
“La gente no tiene dinero, es
ALGUNOS OPTAN POR LLEVAR A TRÍOS MUSICALES PARA RECORDAR A LOS SUYOS.