“CALIDREAMS”, UNMUSEOHECHO PARAINSTAGRAM Sueña despierto cabalgando un unicornio o conduciendo un Cadillac rosa. ¿Qué tal un paseo por Muscle Beach? Todo eso en 120 minutos y no en Estados Unidos; sino, en Alemania.
Dusseldorf, capital del estado federado de Renania del Norte-westfalia, Alemania, acoge en sus 217.4 kilómetros cuadrados una variada cantidad de atractivos culturales entre los que destaca el “Cali Dreams Museum”. Distante del “Filmmuseum” (dedicado al cine), el “Goethe” (sobre este artista), el “Kunstpalast” (cuadros de Miró, Dalí, el Greco o Warhol”) y otros contemporáneos; el “Cali Dreams” es un museo sin obras de arte, diseñado para que sus visitantes exploren posando en sus 25 escenarios.
Este museo está hecho para Instagram. El ticket de entrada para ir por aquí y por allá da acceso al visitante por 120 minutos en los que puede llenar su dispositivo móvil con las postales que desee. El mismo museo recomienda que la persona llegue 15 minutos antes de la hora reservada.
¿Desea simplemente disfrutar, sacarse fotografías realmente “cool” y olvidarse de los pequeños detalles? El museo le ofrece vestuarios, estilista y hasta un fotógrafo profesional.
Con gran atención al detalle y una gran cantidad de colores brillantes, en cada sala hay una sorpresa con una historia muy propia. Ya sea que se pose en un Cadillac rosado o en la playa dorada de Muscle Beach, cabalgue un unicornio o pasee a un cocodrilo, la diversión está garantizada.
El #Calidreams (como se “taguea” en Instagram) ha abierto sus puertas por tres meses (desde el 25 de octubre en adelante), todos los días de la semana, 12 horas al día (desde las 10 de la mañana) y por un valor de $29.30 por persona.
FUE “EXPORTADO”
No es el primer museo “instagrameable” del mundo. El primero fue el “Museum of Ice Cream”, tanto en San Francisco como en Nueva York. Otros son el “The Egg House”, denueva York; el “Color Factory”, en San Francisco; el “Museum of Illusion” y el “Happy Place”, ambos en Los Ángeles.
Mike Naseband y Kevin Kock, sus creadores, viajaron entre San Francisco y Los Ángeles y ahí nació la idea.
“Para entender el concepto investigamos durante varios meses y en poco tiempo quedó claro: tenemos que mostrarlo a toda Alemania”, dijo Naseband.
A su favor estuvo que Dusseldorf cuenta con un importante asentamiento japonés desde hace 50 años. “Como todos saben, a los japoneses les encantan las fotos y más los selfies”, agregó.
Mike y Kevin encontraron una propiedad adecuada y convenientemente de un poco más de un cuarto de millón de dólares donde, junto a la diseñadora gráfica californiana Stephanie Dale se desarrolló un mundo colorido y sueños tamaño gigante (1,500 metros) que se ha convertido en un fenómeno exactamente donde pretende serlo: en #Instagram.
“Para entender el concepto, investigamos durante varios meses, estuvimos en otros países y en museos ya existentes. Después de poco tiempo quedó claro: tenemos que mostrarlo a Alemania. Abramos nuestro propio museo de Instagram.”
MIKE NASEBAND, CREADOR DEL “CALI DREAMS”