El desafío del agua en los municipios del corredor seco
Alcaldes de El Salvador, Honduras y Guatemala señalan el potencial de la implementación de sistemas de captación de lluvia y tratamiento de aguas, aunque los recursos financieros son otro desafío.
“Lo más complicado es el tema financiero, sobre todo los municipios más pequeños, tenemos pocos ingresos propios”. JOSÉ BONERGE CARRANZA, ALCALDE DE JUCUARÁN, USULUTÁN
“Al no tener presencia de lluvias y no tener sistemas de captación de agua para producir, nos vemos en una emergencia”. VILMA YAMILETH ORDOÑEZ, ALCALDESA DE CONCEPCIÓN DE MARÍA, CHOLUTECA, HONDURAS
“El tema del agua es muy importante, no menos las plantas de tratamiento, pero eso es más complicado para las áreas rurales”. ROBERTO RAMÍREZ, ALCALDE DE SAN PEDRO DE PINULA, JALAPA, GUATEMALA
El acceso al agua se ha vuelto un drama para los municipios del llamado corredor seco centroamericano. Si bien sigue lloviendo, el cambio en los patrones tradicionales se ha convertido en una de las mayores amenazas para la producción de granos básicos, de las principales actividades económicas.
Alcaldes de los tres países del Triángulo Norte conocieron experiencias que implementa el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA); desde la captación hasta la potabilización y el saneamiento. Estas técnicas podrían llegar a paliar la situación; aunque algunos ediles de la región señalan que el financiamiento sigue siendo una limitante para ejecutar proyectos de amplia magnitud.
Solo El Salvador tiene una oferta hídrica de 21.8 kilómetros cúbicos —es decir 21,800 millones de metros cúbicos— que viene del agua lluvia que corre por la superficie y no se evapora ni se infiltra. Esta cifra es casi cuatro veces mayor en Honduras y cinco en Guatemala, de acuerdo con datos presentados por el IMTA y extraídos del GWP Centroamérica. Esto significa que hay un potencial que podría ser aprovechado.
Alcaldes de nueve municipios del Triángulo Norte conocieron el mes pasado proyectos de captación y potabilización que han tenido éxito en México, como parte del programa Mesoamérica sin Hambre, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Agencia Mexicana de Coperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID).
Adonay Gómez, alcalde de Yamabal, en Morazán, señaló que varias de las experiencias de México son “difíciles de implementar”, pero que ve prácticos los sistemas para captar agua lluvia y para potabilizar el agua con la exposición prolongada al sol.
“Es un mecanismo muy casero, muy cómodo, económicamente hablando, para la gente en el área rural que no tiene un servi