FOMILENIO II estima comprometer un 98.7 % de fondos para diciembre
El proyecto de calidad educativa es uno de los que más fondos ejecutará, con más de $100 millones programados, indicó la entidad.
FOMILENIO II, el programa que se ejecuta en El Salvador con aportes del gobierno local y del de Estados Unidos, prevé haber comprometido para diciembre el 98.7 % de los recursos presupuestados en el mismo, y haber desembolsado el 65 % de los fondos.
El programa asciende a $365.2 millones que han sido invertidos en un plazo de cinco años. El cronograma culmina en septiembre próximo. De este monto, Estados Unidos ha aportado $277 millones y El Salvador $88.2 millones.
El compacto tiene como objetivo reducir la pobreza a través del crecimiento económico. Este se divide en tres proyectos: infraestructura logística, clima de inversiones y capital humano.
CALIDAD DE LA EDUCACIÓN
El director ejecutivo de FOMILENIO II, Wiliam Pleités, resaltó que este último eje, en lo relacionado a la calidad de la educación, es uno de los que recibirá mayores recursos, con más de $100 millones programados.
Con este se mejorarán las instalaciones de 46 centros escolares, se brindará material didáctico a 349 centros educativos que implementarán el Sistema Integrado de Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno en 45 sistemas del país. Además, 3,000 docentes a nivel nacional recibirán una actualización profesional y de métodos de enseñanza, de acuerdo con el sitio web de FOMILENIO II. Pleités agregó que en cada uno de estos centros educativos se promueven bachilleratos técnicos vocacionales y diplomados técnicos “en armonía con las características socioeconómicas de los lugares donde estén ubicados estos centros”.
El objetivo de este subcomponente es aumentar la tasa de participación laboral de las personas que egresan de la educación media y que no continúan estudios superiores, explicó Pleités.
“La idea es aumentar el potencial productivo de los territorios donde están localizados estos sistemas. Se estima que con este proyecto el número de beneficiarios asciende a aproximadamente 80,000 estudiantes por año”, acotó el funcionario.
El trabajo también se ha enfocado en capacitar a
WILIAM PLEITÉS, DIRECTOR EJECUTIVO DE FOMILENIO II
los docentes en sus conocimientos de computación e inglés, impulsar nuevos planes de estudio en lenguaje, matemática e inglés, instalar al menos dos biliotecas por cada uno de los centros integrados y establecer centros de cómputo, entre muchas otras actividades.
FOMILENIO II ha apoyado también a 180 escuelas a legalizar los terrenos en donde están ubicadas. Pleités informó que a la fecha la remodelación de 10 centros escolares ha sido finalizada. El programa estima que los 46 centros escolares estarán terminados entre junio y julio de 2020.
En cuanto a la educación técnica, se ha creado nueve comités sectoriales. “Lo más novedoso es que ahora la educación técnica y formación profesional no son un asunto exclusivamente de funcionarios públicos, sino que técnicos y empresarios privados están incidiendo en la oferta que se ofrece en estos campos”, comentó Pleités. Entre los sectores seleccionados están: plásticos, aeronaútica, textiles y confección, construcción, y turismo.
FOMILENIO II se ha comprometido a apoyar 27 programas de formación profesional, tres por cada comité sectorial. La meta es que al cierre del programa se haya capacitado a 500 personas en determinados oficios.
Asimismo, Pleités, explicó, que el programa apoya al Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (INSAFORP) y al Ministerio de Educación con una consultoría con la que se creará un marco nacional de cualificaciones, es decir el tipo de competencias que deben de estar asociadas a diferentes puestos de trabajo.
“Esto va a permitir una mejor coordinación y conexión entre lo que se desarrolla en materia de educación técnica a través del Ministerio de Educación y en formación profesional, a través del INSAFORP”, ahondó Pleités.
La idea es llevar a gran escala lo hecho por dicho instituto en cuanto a la preparación de personal técnico para el sector de plásticos. “Lo que estamos haciendo es escalar lo que ya hace el INSAFORP y generando un lenguaje común para un mejor entendimiento entre la educación técnica y la formación profesional”, finalizó.