Cuando esa cintura ya no es saludable
Ser barrigón incrementa de manera notable el riesgo de una muerte prematura, aun cuando el índice de masa corporal esté considerado dentro de lo normal. Esa es la conclusión de varias investigaciones, entre las que se destacan una hecha en Europa, con más de 350.000 participantes y publicada en el New England Journal of Medicine, y otra que acaba de salir en Annals of Internal Medicine.
Estos estudios, de acuerdo con el endocrinólogo y experto en obesidad Iván Darío Escobar, proporcionan evidencias tangibles que demuestran que la grasa acumulada alrededor de la cintura es uno de los factores que más se relacionan con los significativos para la salud y los desenlaces fatales por causas cardiovasculares y diabetes.
Lo valioso de estos trabajos es que relacionan ese riesgo, incluso, en personas que no son consideradas obesas ni con sobrepeso, pero que sí tienen barriga grande. Lo que le sirve a Escobar para concluir que tener la cintura grande es un signo de alarma para cualquier persona.
LA PRIMERA INVESTIGACIÓN
En el primer estudio, los investigadores del Imperial College concluyeron que al comparar personas con el índice de masa corporal (IMC), el riesgo de muerte prematura crecía de manera lineal según aumentaba la circunferencia de la cintura, al punto que ubicaron los 120 centímetros en hombres y los 100 en mujeres como el máximo nivel de riesgo al compararlos con personas de cinturas pequeñas (80 centímetros para ellos y 65 para ellas).
Este dato, de acuerdo con investigadores de