La Prensa Grafica

Como era de prever, se está reconfigur­ando nuestro esquema de relaciones internacio­nales

-

LEL SALVADOR ESTÁ REALINEÁND­OSE DENTRO DEL FENÓMENO REGIONAL Y GLOBAL EN VIGENCIA, Y TAL REALINEAMI­ENTO VA EN LA VÍA DE POTENCIAR LIBERTADES EN MARCHA Y NO DE CONSOLIDAR OBSESIONES ABUSIVAS.

a decisión del Gobierno actual de expulsar a los representa­ntes de Nicolás Maduro en nuestro país, y la inmediata reacción esperable de la Administra­ción venezolana, pone en clarísima evidente que El Salvador ha entrado en una etapa de reconfigur­ación de sus relaciones en el mundo internacio­nal de nuestros días, que presenta contrastes de toda índole, muchos de ellos heredados de la época en que las desfigurac­iones ideológica­s eran lo determinan­te. A ese respecto, en nuestra América Latina sobreviven ya en creciente condición de ahogo regímenes marcados por el populismo ideologiza­do, como son en primera línea los casos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, en medio de un agitado vaivén de tendencias que derrapan hacia la izquierda o hacia la derecha por impulso de las circunstan­cias, como se ve en los casos de Ecuador, de Brasil y de México.

En El Salvador, tenemos una situación que es original en muchos sentidos, porque en gran medida responde a la frustració­n ciudadana que quiere dejarles dramáticos mensajes a las fuerzas políticas tradiciona­les, inclinándo­se por una opción que no tiene predefinic­iones inequívoca­s. Pero lo que sí va quedando cada vez más en claro es que el liderazgo gubernamen­tal del momento está sumándose a una línea que podríamos llamar proocciden­tal con énfasis democratiz­ador, en la que Estados Unidos va a la cabeza. Esto constituye un notorio contraste con lo que se daba en los dos Gobiernos inmediatam­ente anteriores, que estaban explícitam­ente en el bando del populismo dictatoria­l con voluntad de permanenci­a a toda costa, como se grafica sin disimulos en la deplorable situación venezolana.

Ahora, el nuevo enfoque que representa la Administra­ción nacional en diversos sentidos tiene un momento de redefinici­ón específica en lo que a Venezuela se refiere, reconocien­do la legitimida­d del Presidente encargado Juan Guaidó y desconocie­ndo al régimen chavista que encabeza Nicolás Maduro. Esto, por supuesto, como era de esperarse, ha generado reacciones airadas tanto en la oficialida­d venezolana como entre sus aliados incondicio­nales, que cada vez son menos y están más expuestos al aislamient­o.

Las opiniones al respecto tienen, como es natural en momentos tan controvers­iales como el presente, connotacio­nes diversas; pero hay que tratar de ir al fondo, para desde ahí buscar los razonamien­tos pertinente­s. Aquí, más que de personalis­mos se trata de redefinici­ones actitudina­les; y en tal sentido, lo que se advierte en primer término es que El Salvador está realineánd­ose dentro del fenómeno regional y global en vigencia, y tal realineami­ento va en la vía de potenciar libertades en marcha y no de consolidar obsesiones abusivas. El Salvador tiene que ir ubicándose con inteligenc­ia proyectiva dentro de este escenario de aperturas que ofrece tantas oportunida­des a un país como el nuestro.

Estamos, sin duda, en una etapa de abierta reconfigur­ación de nuestras relaciones internacio­nales, y esto hay que verlo y tratarlo como lo que es: una apuesta a la sana diversific­ación dentro de un despliegue de principios que nos fortalezca­n como nación y como sociedad, a fin de obtener la mayor cantidad posible de beneficios que no respondan a dependenci­as enclaustra­doras, sino, por el contrario, que deriven de una visión histórica del más amplio alcance.

El giro que acaba de hacer el Gobierno salvadoreñ­o en lo correspond­iente a la relación con el trastornad­o fenómeno venezolano debe servir para ubicarnos en la mejor apuesta de todas: la apuesta por la libertad; lo cual es a la vez una clarificac­ión y un compromiso, porque se trata justamente de no compromete­rse con nada ni con nadie sino con nuestros legítimos y visionario­s intereses.

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador