Urgen archivos militares para esclarecer masacre de El Mozote
Defensores de las víctimas de la masacre de El Mozote y lugares aledaños esperan tener acceso a los archivos militares de la guerra civil para esclarecer el caso.
Puede ser un abanico de información no solo para el caso de El Mozote, sino para muchos casos que se cometieron durante el conflicto armado”, dijo ayer el abogado acusador, Wilfredo Medrano, sobre los archivos militares que ha autorizado el presidente de la república, Nayib Bukele, sean entregados al Juzgado de Instrucción de San Francisco Gotera, en Morazán, para esclarecer la masacre de El Mozote.
La masacre de El Mozote fue producto de un conjunto de operativos a cargo del batallón Atlacatl entre el 10 al 12 de diciembre de 1981, en los cantones de El Mozote, La Joya y Los Toriles, en Morazán. Medrano estimó que en esas masacres mataron a más de 1,000 personas, entre ellos a unos 600 niños.
Esos archivos militares, según Medrano, también podrían dar detalles del asesinato de Monseñor Romero, la masacre El Sumpul o incluso, del asesinato de los padres jesuitas de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA).
“Estamos a la espera de la decisión judicial cuando decida nombrar peritos, o no sé el mecanismo que va a realizar el señor juez para tener acceso a los archivos militares de la Fuerza Armada; que ya consta en el proceso la autorización
“Estamos a la espera de la decisión judicial que nombre peritos o el mecanismo que decida el juez para tener acceso a los archivos militares”. WILFREDO MEDRANO, ABOGADO ACUSADOR EN EL CASO.
EL HECHO OCURRIÓ ENTRE EL 10 Y EL 12 DE DICIEMBRE DE 1981 EN TRES DIFERENTES CANTONES DE MORAZÁN. del señor presidente de la república”, agregó el abogado acusador.
Medrano, además, dijo que son 46 testigos que han declarado en el proceso histórico de la masacre de El Mozote, y que la mayoría son hombres y mujeres sobrevivientes de los “operativos” desarrollados por el batallón Atlacatl. Los otros dos testigos, con régimen de protección identificados solo con las claves Sol y Juan, eran miembros del batallón que andaban en la zona del operativo, pero que testifican porque “no querían que los hechos quedaran en la impunidad y se sentían mal de haberlos presenciado”, dijo.
“Mujeres que fueron violadas sin taparse el rostro y sin 'tapujo' alguno declararon ante las cámaras, frente al juez, cómo habían sido agredidas sexualmente por miembros del batallón Atlácatl. Además, han declarado jóvenes, que en su momento eran niños, que vieron como asesinaban a sus hermanos, madres y padres”, detalló Medrano.
El sobreviviente de la masacre, José Gerbacio Díaz, dijo que a pesar de que la masacre fue hace más de 37 años todavía sufre las consecuencias y no ven que se haya hecho justicia; por el contrario de lo que piensan algunos, las heridas aún no están cerradas para los que “vivimos” la masacre.
“Oímos a través de medios de comunicación o personas que participaron, decir que de esto no se debe hablar, que no hay que abrir heridas porque l para ellos están cerradas. Nos sentimos peor de lo que nos sentimos en ese entonces”, detalló Díaz.