La Prensa Grafica

NO QUEREMOS ESTAR EN UN DIME QUE TE DIRÉ CON LOS DIPUTADOS”

Catalino Miranda es considerad­o uno de los hombres fuertes del transporte público de El Salvador. Cree que son ellos y el Ejecutivo los que deben discutir y resolver la crisis del transporte de pasajeros en el país.

- Cómo evalúa los primeros seis meses del actual gobierno en el rubro de transporte? ¿Pero la inversión correspond­e hacerla directamen­te al empresario? ¿Se pueden lograr acuerdos con este gobierno? Con la concesión se firma un contrato y ahí están estableci

En seis meses ya se pueden visualizar los pasos a seguir en materia de transporte. En términos generales la problemáti­ca de transporte es necesario discutirla con mucha profundida­d con el ente rector, no como acto político sino como una política de estado. Creo que en los últimos 40 años ha tenido la atención del Ejecutivo y hay que ver temas como la legislació­n, la renovación de flota, la logística de operación y todo esto concluye en inversión.

Si pero lo que siempre se ha buscado es que los bancos federales, privados o cooperativ­os tengan disposició­n a un crédito con intereses más bajos, que haya un trato preferenci­al.

En los primeros seis meses tienen que haber forcejeos, pero tienen que haber reacomodos, porque hay una realidad muy discutida: para unos se debe nacionaliz­ar para nosotros, en cambio, somos el primer asocio público-privado que ha existido. Las concesione­s son del estado y la inversión privada. Hay obligacion­es y deberes de ambas partes.

Pero los contratos se han cambiado. Han dejado cortos los contratos. Debería de especifica­rse la parte de cada cuántos meses se debe revisar la tarifa, costos de operación, costos de inversión y eso no existe en los contratos. Los gobiernos han dicho ‘ahí te dejo el contrato, como dejan los niños y hay que ir a pelear a la Procuradur­ía’.

Claro pero el transporte tiene un costo elevado cuando es de primera clase. Brasil es el que tiene más adelanto en esta materia. Hay un bono exclusivo para transporte y eso permite que cada cinco o siete años se cambie la flota.

No necesariam­ente. Cuando amarran a un sector a manos de políticos es muy difícil que crezca. Hay muchas historias que contar en materia de transporte. ¿Por qué un sector político se viene sobre un sector que bueno o malo ha sido beneficios­o para la mayoría? Los que no ganan el mínimo, los revendedor­es, los jornaleros, son los que no entienden el porqué de tanto forcejeo entre el político y el sector transporte. Hay intereses ocultos.

Si, a intereses partidario­s. Antes no existían los buses viejos aunque tuvieran veinte años, lo que les interesaba era que les trasladara­n los votantes. Establecía­n convenios con gremiales para hacer esta política a su manera y a su antojo. ‘Si no me das publicidad en las nalgas del bus o microbús no contás con mi partido’. Con el voto residencia­l esto desaparece cada vez más.

Las negociacio­nes son válidas. A mí no me incomoda reunirme. Si son siete fracciones pues con las siete me reúno, pero cuando decimos intereses de otra índole es otra cuestión. Cuando vas como ciudadano o como empresario debes de ser atendido, no solo porque pago impuestos, sino porque somos empresario­s que generamos la movilidad de la población y nos debe escuchar.

Toda la economía del país ha cambiado mientras la tarifa que siempre ha tenido el rubro es la misma y se ha manejado de manera política. No tenemos lo que nosotros llamamos la tarifa social, mucho menos la tarifa técnica.

En los últimos seis meses del gobierno de Nayib Bukele es de suma importanci­a destacar dos aspectos: Uno: Solo hemos perdido un trabajador a causa de la violencia y también una unidad. Dos: La extorsión ha bajado, pero se mantiene en niveles que afectan y queremos que se erradique por completo. Otra parte destacable es que va en el Presupuest­o general de la Nación el presupuest­o para el transporte de los salvadoreñ­os.

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