Denuncian intimidación en sede diplomática boliviana
La residencia oficial dijo intentaron revisar el vehículo de la representante diplomática en Bolivia.
El gobierno mexicano denunció ayer que 150 policías y miembros de la inteligencia boliviana rodearon la residencia oficial de México en La Paz en un acto calificado de intimidatorio y que incluyó un intento de detener e inspeccionar un vehículo de la embajadora María Teresa Mercado. El Ejecutivo mexicano, en sendas cartas dirigidas al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, consideró que tales acciones “más que proteger, han intimidado y vigilado el interior de las instalaciones, así como al personal diplomático mexicano”, lo que contraviene el principio de inviolabilidad de las sedes diplomáticas establecido en la Convención de Viena.
El despliegue policial comenzó el sábado pasado y el intento de detener el vehículo de la embajadora ocurrió ayer.
Más tarde, desde La Paz, el gobierno interino de Jeanine Áñez denunció injerencia en asuntos internos por parte de México a los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y anunció que está evaluando su permanecía en este organismo.
La canciller boliviana Karen Longaric informó que se envió una nota a los miembros en que se señala que “Bolivia no acepta, ni aceptará injerencia alguna en su política interna”, debido a que México convocó a una reunión de la CELAC sin tomar encuentra a Bolivia, que actualmente tiene la Presidencia Pro Tempore del foro.
“Veremos si continuamos en la CELAC... y si México
rectifica su conducta de violación a las normas de procedimiento”, agregó. El gobierno boliviano y el mexicano no pasan por los mejores momentos en sus relaciones, debido a que tres exministros y otras autoridades se asilaron en la embajada de México en La Paz, después de la renuncia del expresidente Evo Morales el 10 de noviembre.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ofreció asilo a Morales.
ROCES TANTO MÉXICO COMO ARGENTINA CALIFICARON LO SUCEDIDO EN BOLIVIA COMO UN GOLPE DE ESTADO CONTRA EL EXPRESIDENTE EVO MORALES Y DIERON TODO SU RESPALDO AL LÍDER INDÍGENA. LAS DOS NACIONES TAMBIÉN OFRECIERON ASILO A MORALES.