EL CIERRE DE LAS ESCUELAS EN ITALIA, UN SACRIFICIO NECESARIO
Los centros no abrirán las próximas semanas, mientras la cuarentena impuesta al norte se extendió al país entero.
El cierre de las escuelas y universidades en Italia, decretado por el Gobierno del país hasta el 3 abril, es un sacrificio necesario para intentar contener el coronavirus, coinciden autoridades, científicos y padres.
“El cierre de las escuelas es un sacrificio necesario” ha declarado el pasado viernes el director del Consejo Superior de Sanidad, Franco Locatelli, en una rueda de prensa en Roma.
El jueves pasado fue el primer día del cierre temporal de escuelas y universidades, y los padres han tenido que organizarse para atender a sus hijos más pequeños que se tienen que quedar en casa. Es el caso de Federica, madre trabajadora que explica a EFE que está preocupada por la situación. Inicialmente, la suspensión terminaría el 15 de marzo.
“Las madres trabajadoras estamos preocupadas por tener a los niños en casa. Yo soy afortunada porque tengo abuelos y puedo dejarlos con ellos”, comenta, al tiempo que reconoce que sus hijos “están contentos porque para ellos es un periodo de vacaciones” y “no se dan cuenta de la gravedad de la situación”. Pero no todos los padres trabajadores tienen esa suerte y se ven obligados a buscar alternativas.
La ministra italiana para la Familia, Elena Bonetti, adelantó el jueves que el Gobierno estudia ayudar a familias para contratar niñeras o permisos retribuidos a los progenitores trabajadores.
“Encuentro la medida (del cierre de escuelas) razonable porque en los colegios van muchos niños pequeños que son un colectivo al que hay que cuidar. Pero entiendo que un cierre tan inmediato crea dificultades a nivel práctico”, opina otra madre. Hay otros padres que están en paro, como Pietro
Orlandi, y pueden ocuparse de sus hijos.
Orlandi acudió el pasado viernes al colegio católico Pío IX para recoger los libros que su hija no pudo llevar a casa el jueves pasado y cuenta a EFE que no entiende la decisión. “No sé cuánto servirá cerrar las escuelas, la verdad. Hay mucho alarmismo”, sostiene.
Además lanza una propuesta para que los niños no pierdan estos días de estudio, que los profesores les sigan encargando deberes por correo electrónico.
Por su parte, los niños esperan volver a la escuela y tienen opiniones distintas.
“Es genial no ir a la escuela, podemos dormir”, dice un niño que paseaba este viernes con su abuelo por la calle, mientras que su hermana mayor cree que “si cierran la escuela significa que la situación es grave”.
El presidente del Instituto Superior de Sanidad, Silvio Brusaferro, ha considerado que el mundo está “viviendo una experiencia nueva” con la propagación del COVID-19 y que es fundamental asumir iniciativas para “controlar el virus”.
“Las medidas adoptadas (en Italia) persiguen un objetivo, controlar el virus, y son coherentes con esta meta”, señaló en una rueda de prensa organizada en el Departamento de Protección Civil de Roma.
Por su parte, el director del Consejo Superior de Sanidad, Franco Locatelli, reconoció que el cierre temporal de colegios y universidades se podría alargar si el panorama lo exigiera. Y justificó que Italia tiene la oportunidad de iniciar un camino que sirva de ejemplo para otros países europeos, a los que también ha llegado el coronavirus.
Hasta el 3 de abril permanecen cerrados todos los colegios y universidades de Italia por lo que ocho millones de alumnos se quedarán en casa, así como cerca dos millones de universitarios.
Era una de las medidas que había sugerido el comité científico creado por el Gobierno para limitar la difusión del coronavirus.
En algunos municipios, como en Roma, se ha anunciado que se aprovechará este periodo para realizar limpiezas extraordinarias y desinfección de los colegios.
Esta medida ya se había aplicado a cinco regiones, Liguria, Piamonte, Emilia Romaña, Véneto y Lombardía, por lo que los estudiantes de estas zonas acumularán más de un mes de ausencias a las aulas. Ahora la medida es en todo el país.