Mujeres se abren espacio en un mercado laboral desigual
Las mujeres han estado ganando espacios en áreas de formación y de trabajo tradicionalmente dominadas por los hombres, como en la industria y la construcción, aunque la brecha de género persiste.
“Sectores que típicamente eran de hombres, Construcción, por ejemplo, usted llegaba a una construcción y no miraba a una mujer. Ahora va y mira mujeres trabajando”
RICARDO MONTENEGRO, PRESIDENTE DEL INSAFORP
El mercado laboral de El Salvador padece de graves desigualdades de género, sobre todo por la brecha en la participación de la mujer y otros factores, como el trabajo no reconocido. Sin embargo, las mujeres han estado ganando terreno en algunas áreas tradicionalmente dominadas por los hombres, como la construcción y la industria del plástico.
Según datos del Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (INSAFORP), para 2014, había una segregación horizontal, es decir una concentración de hombres y mujeres en áreas distintas. De las 21 carreras que el ente impartía en la modalidad de formación dual, con el programa “Empresa Centro”, 15 estaban dominadas por hombres y en 12 no había mujeres formándose.
Las mujeres eran mayoria en cinco carreras, que también contaban con una amplia participación masculina. Estas se concentraban en formaciones relacionas al turismo, ventas y corte y confección. Los hombres, por otra parte, en mecánica, construcción y otros oficios manuales.
“Si bien es cierto que en el país la mayor parte de la población somos mujeres, pero en la práctica, en el empleo formal, hay más hombres que mujeres, e incluso, en la formación profesional, en ‘Empresa Centro’, se forman más hombres que mujeres”, afirmó Saraí Molina, integrante del consejo directivo del INSAFORP por el sector laboral.
La guía para la erradicación y prevención de la discriminación a las mujeres en los centros de formación que INSAFORP elaboró en 2017 señala que “el dilema per se no es que mujeres y hombres opten por ramas distintas: el problema de la desigualdad se ubica
“En el país, la mayor parte de la población somos mujeres, pero en la práctica, en el empleo formal, hay más hombres que mujeres, e incluso, en la formación profesional”
SARAÍ MOLINA, DIRECTORA DEL SECTOR LABORAL DEL INSAFORP
en las consecuencias de esa segmentación. Los trabajos tradicionalmente masculinos gozan normalmente de mayores salarios, acceden en mayor medida a la formalidad y, por tanto, a las prestaciones. Además, son reconocidos y valorados socialmente más que los trabajos tradicionalmente realizados por las mujeres”.
Las mujeres además, de acuerdo con INSAFORP, “desertan más que los hombres” en todas las carreras del programa ‘Empresa Centro’ a causa de obstáculos para estudiar, como la dependencia económica, “el control de la familia o la pareja” y responsabilidades de cuido y domésticas.
En El Salvador, las mujeres están subrepresentadas en la fuerza laboral, pues son un poco más del 40 % de la población económicamente activa (PEA), a pesar de ser mayoría en la población con edad de trabajar (PET). Esto significa que hay menos mujeres que están buscando trabajo en el mercado laboral.
La Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) revela que, de cada 10 mujeres que no están buscando empleo, siete señalan como motivo los quehaceres domésticos. Mientras que los hombres tienden a citar motivos académicos.
De acuerdo con Molina, la apuesta debe ser que las mujeres “se formen no solo en las carreras que tradicionalmente tienen sexo femenino, sino en carreras que no son tradicionales para las mujeres, como el sector de la construcción, la electricidad”.
Admite que cuando las mujeres empezaron a formarse en esas áreas “era complicado” que se les abriera espacio en las empresas, pero que después de las primeras experiencias, estas comenzaron a demandar trabajadoras.
Ricardo Montenegro, presidente de INSAFORP, coincidió en que al inicio la presencia de la mujer era escasa, por lo que se buscó promover espacios con los empresarios.
“Hemos hecho un trabajo intenso con las empresas de los diferentes sectores para que también los empresarios abran las puertas a las mujeres. Cuando empezamos a trabajar en el sector plástico, hablábamos con los empresarios y les decíamos que no veíamos mujeres en las plantas y nos daban un montón de excusas. Nosotros empezamos a formar mujeres, y ahora, en el sector plástico, usted va a las plantas y encuentra mujeres trabajando”, explicó Montenegro.
El programa de formación dual “Empresa Centro” tiene un 100 % de inserción laboral con un 31 % de participación femenina. La brecha salarial en este programa es menor a los demás, puesto que en promedio los hombres devengan $357.28, mientras que las mujeres, $351.38.
El año pasado el INSAFORP invirtió $37.6 millones para la capacitación de 345,000 personas, de las cuales 47 % fueron mujeres. La institución, además de la guía antes mencionada, realizó un estudio en 2016 y otro en 2018 sobre la participación de mujeres en áreas laborales.