EMPEORA PERSPECTIVA ECONÓMICA DE EL SALVADOR
La economía de los Estados Unidos de América, EUA, el principal socio comercial de El Salvador y de donde proviene la mayor parte de las remesas familiares, enfrenta una grave situación. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, en un evento del Instituto Peterson de economía internacional en Washington, dijo la semana pasada que el daño que causará a la economía estadounidense el covid-19 será “duradero”, y que “la recuperación puede tomar un tiempo antes de ganar impulso”.
Además, Powell considera que el futuro es incierto dado que hay “significativos riesgos a la baja”. No es para menos, un estudio de la Fed muestra que 39 % de los trabajadores que ganan menos de $40,000 al año perdió su empleo en marzo. Ojo, entre ellos, está la mayor parte de nuestros hermanos en los EUA.
El cálculo preliminar del producto interno bruto (PIB) de EUA muestra una contracción de -4.8 % en el primer trimestre de 2020, y se espera una caída más profunda en el segundo trimestre. No es para menos, el desempleo en EUA se disparó de 4.4 % en marzo a 14.7 % en abril, y sigue al alza: más de 6 millones de personas desempleadas durante las dos semanas al 9 de mayo.
El desempleo entre los trabajadores latinos es más grave aún, dado que se elevó de 4.4 % en febrero a 18.9 % en abril, esto es, 3 millones 941 mil personas perdieron su empleo. Ante esto, ahora se estima que el envío de remesas a El Salvador caerá entre $1,000-$1,200 millones.
Por su parte, el encierro que se está viviendo en El Salvador para proteger a la población del contagio del covid-19 ha profundizado la contracción económica originalmente estimada por el Fondo Monetario Internacional, y en vez de caer -5.4 % ahora estimo una recesión entre -7% y -9 %, lo que significa una pérdida de producción de bienes y servicios entre $1,890-$2,430 millones respecto a 2019. Por tanto, no recuperaremos el nivel productivo de 2019 hasta 2023.
Ante esta mayor contracción económica, la pérdida de empleos proyectada se elevaría de 100,000 a 140,000 empleos en el sector formal, aunque golpeará con mayor fuerza al sector informal, que da empleos a más del 60 % de la población económicamente activa, por lo que, en total, se estima que las personas sin empleos superarían las 400 mil. Entonces, más desempleo y menos remesas conllevarán un aumento de la pobreza, elevando la estimación de hace un mes de 110 mil a 160 mil hogares, sumiendo en estas lamentables condiciones cerca de medio millón de personas.
Esto sustenta el estudio de la Universidad de Yale (abril/2020), que señala que en los países pobres, el dilema es protegerse “ante el virus y, al mismo tiempo, sobrevivir ante la crisis económica”. Y UNICEF señala que una cuarentena indiscriminada con restricciones estrictas podría matar a más personas mundialmente que el covid-19.
Para comenzar a revertir la grave situación socioeconómica, el doctor Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad Francisco Gavidia, dice que la economía se podrá ir abriendo poco a poco “una vez que empiece el descenso verificado de casos considerando ciertos criterios y protocolos”.
Es equilibrar entre proteger la salud de la gente y recuperar la salud de la economía, porque ellas son interdependientes, no se pueden ver aisladamente, especialmente ahora que los expertos consideran que deberemos aprender a vivir con el virus.
Es equilibrar entre proteger la salud de la gente y recuperar la salud de la economía.