Crisis covid-19 acelera transformación del empleo
Según el BM, la pandemia impulsa la reconversión tecnológica, lo que pone en peligro puestos de trabajo en A.L.
“Debemos repensar el futuro y no solo intentar volver al lugar donde estábamos previo a esta pandemia”.
Carlos Felipe Jaramillo,
VICEPRESIDENTE DEL BANCO MUNDIAL PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Aunque América Latina y el Caribe ha estado desde hace años envuelta en profundas transformaciones de sus mercados laborales, que han incluido una desindustrialización prematura, un nivel de formalidad estancado y un crecimiento constante del empleo independiente, la crisis generada por el covid-19 acelerará aún más dichas tendencias debido a las medidas de distanciamiento social y al mayor uso y desarrollo de las tecnologías de la Cuarta revolución industrial.
Así lo señala el estudio del Banco Mundial denominado “Efecto viral: covid-19 y la transformación acelerada del empleo en América Latina y el Caribe”, publicado ayer.
El documento indica que dado que esa transformación tecnológica podría poner en peligro puestos de trabajo en toda la región, se vuelve urgente que los países adopten medidas que promuevan la creación de más y mejores empleos.
El análisis destaca que si bien el temor a un desempleo tecnológico masivo es en buena medida infundado, muchas plazas laborales sí corren peligro debido a varios factores como la menor demanda externa, el período prolongado de cuarentenas, los problemas de solvencia de las empresas y, en algunos casos, las crisis financieras.
En ese escenario, los trabajadores de baja remuneración y aquellos situados en actividades de alto contacto físico, típicos de los sectores informales, son los más vulnerables a ser remplazados por máquinas.
Ante eso y con poco espacio para el crecimiento del empleo industrial, la modernización y el incremento de la productividad del rubro de servicios, que ya emplea al 60 % de la fuerza laboral de la zona, deberá ser la prioridad.
De acuerdo con los autores del estudio, esto implicará, entre otras cosas, poner mayor atención en eliminar las distorsiones que impiden que la competencia y la innovación tengan lugar a pasos acelerados, pero también preparar a los trabajadores para estos cambios.
“La educación ofrece el mejor reaseguro frente a la amenaza de la automatización. Los trabajadores tendrán que adaptarse a la demanda de habilidades cognitivas o analíticas, así como interpersonales”, aseveró Guillermo Beylis, economista de investigación en la Oficina del Economista en Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.