ACUERDO CON EL FMI, ENTRE ALIVIO Y FRACASO
Acuerdo permitiría un alivio fiscal tras la crisis por el covid-19.
El acuerdo crediticio que Ecuador suscribió con el Fondo Monetario Internacional (FMI),
por 6,500 millones de dólares, deambula entre el alivio fiscal que busca el Gobierno de Quito y la posibilidad de un fracaso ante los tiempos electorales que vive el país suramericano.
El Ejecutivo ecuatoriano, liderado por el presidente Lenín Moreno, ha depositado en el acuerdo toda su confianza, ya que le permitirá alcanzar un alivio fiscal e ir superando una crisis financiera deteriorada por el efecto de la pandemia del coronavirus.
Richard Martínez, un joven economista neoliberal, logró suscribir este acuerdo luego de que fracasara otro por 4,200 millones de dólares, con el mismo FMI, ya que no se pudo concretar la matriz de condicionalidad planteada por el organismo.
Tras firmar el nuevo acuerdo, Martínez abandonó su cargo al frente del Ministerio de Economía y Finanzas para optar por un puesto en el Banco Mundial, en un momento en que Ecuador inicia un proceso electoral que podría trastocar los planes gubernamentales.
Un exministro de Economía, Mauricio Pozo, reemplazó a Martínez y de inmediato dijo que convocará a un diálogo con diversos actores de la sociedad para explorar consensos que permitan aplicar el programa económico del Gobierno, sobre todo el sostener la dolarización adoptada en el año 2000.